Ese tiempo bien empleado - Burkina the revist

Ese tiempo bien empleado

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¡Y funciona! ¡Eh! ¿Qué os parece? Y lo que es más importante. Lo he hecho yo solito. ¡YO! Sin ayuda de nadie. ¡Yo!

Que quito los plomos de mi casa para cambiar una bombilla.

¿Que cómo lo he hecho? ¡Ah! A vosotros os lo voy a contar. A aprender a Lezama. Como decía Javi Clemente: «Sabéis menos de fútbol que las vacas de Lezama«.

En fin. Avanzamos.

Si yo tuviera dinero, cosa que no va a pasar nunca (lo siento, cariño), porque soy un rapsoda y tengo un agujero mundo en el bolsillo, no me lo gastaría en relojes de lujo que sólo alcanzan a medir lo que no se puede atrapar.

Me lo gastaría en tiempo.

Jorroñas que jorroñas – (chrónous kai chrónous) que dice la señora del anuncio.

Tiempo para mí. Un tiempo bien empleado, no necesariamente en algo útil ni provechoso, ni que tenga un resultado o un beneficio tangible, pero sí que sea pleno y satisfactorio. Tiempo para usarlo de una manera hermosa.

Eso mismo hice anoche, en el Club Allard de Madrid, donde Davidoff me dio la oportudidad de llenar parte de mi tiempo de una manera tan hermosa como saboreando el increíble menú degustación de la chef dominicana María Marte, dos estrellas Michelín.

¡Qué festival de sabor!

Y encima compartiendo mesa con buenos amigos… Bueno, algún vikingo un poquito cabrón había, pero con el desfile de sensaciones en la boca que nos preparó María Marte, pasaron todos los malos tragos, se aparcaron las diferencias y se redondearon las aristas. Todo… Casi todo quedó perdonado.

Con el Tour Gastronomique de Davidoff, el cigarro vuelve a reividicarse, como dijo el brand ambassador de la marca, Gonzalo de León, como lo que es: un producto gourmet. Me parece básico que volvamos a decirlo.

Desarrollado por seis chef internacionales con más estrellas Michelín que la constelación de Orion con tirantes, en colaboración con los master blender de Davidoff, el equipo de Eladio Díaz, la compañía suizo-dominicana presentó anoche para el mercado español en el Club Allard su Davidoff The Chefs Edition (152 mm x 54), un cigarrazo de los que hacen que el tiempo se ensanche, se vuelva maleable, vuelvas a ser tú el que lo manejes y no al contrario porque para eso ha de servir.

Para.

Coge el cigarro.

Siéntate.

Olvídate del reloj. Ni lo mires.Si estás pensando en que mañana tienes que madrugar, ni lo enciendas. Davidoff te está ofreciendo TU tiempo, el de ahora, el de ese momento.

Acaricia su capa sedosa con los ojos cerrados y piensa en una piel recién curtida; no tengas prisa. El tacto suave y delicado de la grasa del cigarro en las yemas de tus dedos es parte del disfrute.

Huele el heno fresco de su tripa por el pie, pásate el cigarro por debajo de la nariz para notar la sensación de su maravillosa capa Habana 2000 Ecuador, dale una aspiración profunda antes de cortarlo y nota esa punta especiada, levemente picante, que promete una fumada elegante y equilibrada.

Después de cortarlo, y antes de encenderlo, llévatelo a la boca y aspira por el cañon. Comproborás que el tiro será excelente, que la lengua se te activa en la punta, pìcante y dulce, y en los costados, amargo, pero cremoso, no lacerante como la hierba fresca, sino untuoso como el cacao.

Préndelo en mano, procurando encender toda la circunferencia del pie, pero mete la nariz sobre el humo que se desprende del encendido. No es agresivo en los ojos. Es un tabaco bien fermentado. Davidoff no ha tenido prisa para meterlo en un blend y tú tampoco tienes que tenerla para llevártelo a la boca. Préndelo bien, que esté bien encendido.

Apoltrónate y date una hora. Es un tiempo hermosamente dedicado a ti y a tu cigarro y eso, amigo, no tiene precio. Es el último lujo.

2 comentarios de “Ese tiempo bien empleado

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