Bueno, la cosa ya se pone seria. Entramos en el quinto mejor habano de 2017 en opinión de 100 profesionales del sector que han votado con 3, 2 y 1 puntos a los que consideran han sido los más destacados cigarros cubanos del año pasado.
Me he metido esta mañana en un jardín escribiendo sobre los pisos foliares de la planta, las ligadas, la calidad de la hoja, la recolección que, cuando me he querido dar cuenta, se había alargado el post más que si lo hubiera redactado Alonso Fernández de Madrigal, alias El Obispo Tostado.
Así que he dicho: «A tomar por culo!» y lo he borrado todo. Porque además es un lío. Estoy convencido de que los guajiros lo usan para tomar el pelo a los periodistas gallegos y gringos que llegan a la vega llenos de preguntas, cuando sólo hay una respuesta correcta: depende.
Quedaos con los nombres, si queréis, porque los usos no los decide el hombre, sino la propia planta de tabaco: mañanitas, libre de pie, uno y medio, centro ligero, centro fino, centro gordo, semicorona y corona.
Importante: cuanto más alto el corte de la hoja, mayor calidad. Eso es indiscutible. Las plantas, dependiendo de la variedad, dan 14 hojas útiles, a veces 12, a veces 16… Depende. Eso sí, siempre van en pares o mancuernas.
Un problema que se da a veces en algunos cigarros tiene relación con el corte de la hoja. Cuando el cañón del puro revienta, generalmente es porque la capa o el capote no tienen la calidad suficiente como para aguantar la presión que se produce en el interior del cigarro con la combustión.
Por eso lo que se dice de este quinto cigarro del ránking tiene su importancia:
5.- PARTAGÁS Maduro nº1.
Vitola de galera: Maduro nº1. 130 mm x 52. Rango de sabor: de media a fuerte. Precio en estanco a 19 de enero de 2018 (puede cambiar): 14’50 euros. Votos: 17.
Olvidaos del Maduro 5 de Cohiba, que este cigarro, y esta capa, no tiene nada que ver con aquello. Maduro nº1 de Partagás es un habano fabricado exclusivamente para las tiendas especialistas en habanos del mundo y para las Casas del Habano, por lo que no lo encontrarás con facilidad en cualquier estanco. En principio, sólo en Especialistas.
La capa, como se puede observar, no tiene el color «oscuro» del Maduro 5, sino que es más bien un grado menos de color, entre «colorado-maduro» y «maduro»… Supongo que sabéis que las capas van de «claro» a «oscuro», pasando por «colorado» y «maduro» y sus grados intermedios. También existe el «doble claro», que es la capa candela (verde) que ya no se usa para el mercado español.
Estaba yo en la fábrica de Partagás con el difunto Jordi Estadella, gran tipo, muy aficionado a los habanos, y en la escogida cromática dimos con un cubano bien entrenado (quiero decir, bien entrenado en lo de ser cubano) ordenando los cigarros de claro a oscuro. Jordi le preguntó cuántos colores era capaz de diferenciar y el cubano, inmediatamente, sin tiempo para pensar la respuesta y sin ningún empacho, soltó un: «Nosotros distinguimos hasta 64 variedades cromáticas«… Que Jordi se quedó asombrado, maravillado, conmocionado, alucinado… Pero que si tú lo piensas, dependiendo de tu nivel de escepticismo o de fe en la revolución, lo que te viene a la cabeza es un: «¡Ya, ya! Si sé quién me dices, pero no ha venido«.
Porque oficialmente, los colores son: doble claro, claro, colorado claro (carmelita claro), colorado (carmelita), colorado maduro (carmelita maduro), maduro y oscuro. Y ponte tú a distinguirlos si no están todos juntos.
Perdón por la digresión. Decía que el color es colorado maduro o maduro y que es una capa venosa y algo rústica, con mucha grasa, que Habanos incide especialmente en que se trata de un corte alto de la planta. Es decir, estamos probablemente ante una de las capas de mayor calidad de Cuba, junto a las que se usan para las ediciones limitadas.
La incidencia de la capa en el sabor y la fortaleza del tabaco va al contrario de lo que nos indican los ojitos. Vemos el color negruzco del cigarro y lo primero que pensamos es que es fuerte, pero es al contrario. De hecho, por más que la página de Habanos se empeñe en decir que el Maduro nº1 es un cigarro fuerte, yo diría que tiene una fortaleza media y que va subiendo a medio-fuerte hacia el final de la fumada. Sus sabores son los fantásticos aromas de Partagás, eso no cambia, aunque tiene mayor intensidad en tonos dulces y melosos que acompañan a aromas a cuero y cedro y un punto especiado y no tanto tostado ni amargo que es más propio de un cigarro de gran fortaleza y complejidad, como es el Partagás Serie D nº4 (Robusto, 124 mm x 50). Podríamos decir que es un gran Partagás, domesticado.
Por eso me voy a ir a Francia de cabeza para proponeros un maridaje clásico, clásico, clásico, pero que siempre funciona: el coñac. Un buen coñac tomando fresco, sin calentar la copa ni modas arcaicas que valgan. Al contrario, enfriad la copa con mucho hielo o teniéndola un rato en la nevera antes de servirte el trago.
Enfriar el destilado facilita que se abra y dé lo mejor de sí en nariz, sobre todo, pero también en boca. Yo he visto a quien lo toma con una roca de hielo y, ¿qué puedo decir?, que nadie peca contra nada si lo que hace tiene sentido para él y le gusta. Yo personalmente, prefiero enfriar bien la copa con hielo y tirarlos antes de servirme, pero…
Coñacs hay muchos, pero yo estoy rendido al Henessy XO que despliega el sabor primigenio a uva madura, muy frutal, y te va a complementar el cigarro con esos tonos tostados, a toffee, densos en la boca y a cuero que, quizá, eches en falta en el cigarro.
YA LO HE LEÍDO. QUIERO VOLVER AL RANKING COMPLETO
