Macanudo Maduro Vintage 1997

Macanudo te quiere enseñar algo. No tengas miedo. .

El miedo tiene su base en la incertidumbre que causa el desconocimiento de lo que se teme. Lo ignoto. Lo no visto.

Perdonad el estilo rebuscado: estoy traduciendo a H.P. Lovecraft (otra vez). Lo mejor para un día de resaca.

Tememos lo que no conocemos pero, al mismo tiempo, lo deseamos. Freud situaba ambos sentimientos, temor y deseo, en el mismo agujero corporal. El miedo tiene ese componente, en ocasiones, irresistiblemente atractivo, produce el mismo efecto fascinador del fuego que obliga a la víctima del psicópata a abrir esa puerta detrás de la que, todos los sabemos, lo que le espera es el…

GOLPE DE MÚSICA TANTÁN

…puto cartero con otra multa de Carmena del radar de Castellana 300.

Anoche, con mi buen amigo Eduardo Mateos, me fumé un Macanudo Maduro Vintage 1997 y eso es lo que me ha dado pie a esa reflexión de txitxi-nabo sobre el miedo… No os preocupéis. No ha terminado. Es decir, al contrario, preocuparos. Nos sentamos en la terraza del Trotaconventos, el bar del barrio donde damos rienda suelta a nuestra bocanadas y a nuestras risas y como Eduardo es un hombre educado (yo no), informó a la pareja que estaba en la mesa de al lado de que nos disponíamos a ejercer alegremente de chimeneas.

Tiene mérito porque, me vais a perdonar, pero yo si me siento en una noche como la de ayer en una terraza, con el abrigo puesto, chispeando, tapando el gintonic con la mano para que no se me agüe, para fumarme un puro y al que está al lado o un poco más allá le molesta…

PUES QUE TIRE DE ÉSTA. Me explico, ¿no? Si yo lo que quisiera de verdad es fumar dentro del bar y no me dejan.

Pero no está mal la actitud de Eduardo. Es en verdad lo que hay que hacer. Por supuesto que sí, aunque, claro, la pareja de la mesa de al lado, Ana y Tomás (que los conozco, porque esto es un pueblo), estaban pasando frío y calamidades, precisamente, porque son fumadores y, además, son gente maja.

No les molestaba. Eduardo dice que a él le gusta fumar, pero no molestar. A mí tampoco me gusta molestar, pero si molesto un poco tengo derecho a que los demás se jodan un rato, que no pasa nada. Por las veces que yo lo hago, que son muchas y tampoco pasa nada. Esta sociedad de princesas del guisante.

Saqué la caja de Macanudo y les ofrecí uno, pero ambos lo rechazaron. A Tomás no le van los puros y a Ana, que sí que le gustan, le parecía que aquello más que un cigarro era una amenaza.

Por el color maduro oscuro de su capa de puro óleo broadleaf, achocolatada, tersa, aceitosa, abiertamente pecaminosa, y por su formato toro 152 mm x 54 que es una buena estaca. Más info, AQUI 

Es una capa cosechada en 1997, hace 21 años. De ahí el color, porque durante la fermentación, precisamente, lo que hace la hoja es «botar» todos los elementos agresivos, transformarlos en azúcar, por eso oscurece su color, por eso su tendencia es a adquirir esos tonos de caramelo.

Pero ese miedo viene del desconocimiento porque ni la capa oscura ni el formato son un signo de fortaleza. Al contrario. De hecho el Macanudo Maduro Vintage 1997 no es, ni mucho menos, un cigarro fuerte. Es suave a medio. Empieza potente de picantes y con un paso por nariz superespeciado, pero esas sensaciones se desvanecen a la tercera calada para dar paso a sabores dulces y levemente amargos, madera, miel, cacao y hasta diría que levemente cítrico (aunque puede que en esto tenga algo que ver el gintonic que me estaba tomando).

Ana rechazó el cigarro, a pesar de que había racionalizado su miedo, había convertido la incertidumbre en certeza y creo recordar que, incluso, alabó el rico aroma que le llegaba mientras nosotros fumábamos y Eduardo, admirado, repetía una y otra vez «¡Qué buen puro, Javi!».

No tengas miedo. De verdad. Atraviesa esa puerta que detrás no está el cartero…

TAN TATA CHÁN

… está mi perro Asesino dispuesto a degollarte.

Mira qué capa que hasta un mal fotógrafo como yo le ha sacado la grasa. Macanudo Maduro Vintage 1997 es un grandísimo cigarro. Y sólo por 10’00 euros. Corre que es una limitada.