Siempre he pensado que el tabaco mexicano puede tener una buena oportunidad en España. Es algo que me traje en la cabeza cuando tuve la oportunidad de visitar Veracruz, San Andrés Tuxtla y Catemaco, la zona tabaquera más prestigiosa del país. Allí, entre otros muchos, está desde hace medio siglo la fábrica de Santa Clara.
Aquel año, tendría que mirarlo pero creo que fue 2013, el gobierno mexicano acababa de derogar una norma básica para la industria tabaquera: la prohibición de mezclar en sus ligas tabaco mexicano con otras procedencias. Se abría todo un mundo de posibilidades para Santa Clara y, por supuesto, para los otros fabricantes que se celebró en el primer Festival del Puro Mexicano, al que yo tuve la suerte de asistir.
Carlota de Garay, de la revista Tequila Apasionado, publicó este vídeo sobre el festival.
Al tabaco mexicano no le falta calidad. Todo lo contrario. El Negrito San Andrés es uno de los tabacos más prestigiosos del mundo y son muchas las marcas que lo usan en sus mezclas. Echad un vistazo al porfolio de cualquier marca y lo veréis.
Sin embargo, en el tabaco todo es lento. Nada es para mañana, siempre hay que esperar más. Los resultados de las nuevas mezclas se empiezan a ver ahora, después de que los tabacos han pasado los procesos necesarios para estar en su punto.
Ya el año pasado os hablé del A.Turrent Sui Géneris y del tabaco «quemado de troja», que fue de lo que más me llamó la atención en Intertabac 2019.
Y, ahora, después de la feria de este año, se presenta en España un nuevo tabaco mexicano, aunque la marca no es, ni mucho menos, nueva en nuestro país.
SANTA CLARA MEDIO SIGLO
La Casa del Tabaco ha empezado a distribuir ya en los estancos los Santa Clara 1830 Medio Siglo Triple Maduro, elaborados para conmemorar el 50 aniversario de Puros Santa Clara (1968-2018). El CEO de Santa Clara, Jorge Ortiz, pertenece a una de las familias con mayor tradición dentro del tabaco mejicano, cuyo arranque en el cultivo del cultivo de tabaco se data en el año 1830.
En 1968, a pesar de la resistencia de su padre, que creía que su familia sólo debía dedicarse al cultivo de tabaco, Ortiz comenzó a fabricar su propio cigarro. Así fundó Santa Clara, cuyo nombre está dedicado, precisamente, al cumpleaños de su padre, que nació el día de Santa Clara.
Este cigarro conmemorativo, Santa Clara 1830 Medio Siglo «Triple Maduro», es, por tanto, un enorme motivo de orgullo para Jorge Ortiz. Para su fabricación han seleccionado cuidadosamente los mejores tabacos de su cosecha familiar, apartados de la producción regular para construir esta edición limitada y única.
El Medio Siglo de Santa Clara viene en formato robusto clásico (5×50), 127 mm x 50, con una ligada de tabacos San Andrés en la tripa, reforzados con viso nicaragüense y capote y capa de semilla Criollo, sembrada en México. Todos los tabacos han sido cuidadosamente añejados durante siete años. Van en cajas de 10, de toda la producción, a España llegan sólo 80 cajas a un precio por cigarro de 8’40 euros (precio en estanco a 7 de octubre de 2019, pero puede variar).
Quizá, si estás pensando en darle una oportunidad al tabaco mexicano, esta sea una buena ocasión. Yo, de momento, no lo he probado y no sé si tendré la ocasión, espero que sí, porque a mí me entusiasma asomarme a abismos nuevos de sabor. Desde luego, el aspecto es impecable.
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Buenos días Javier.
Tiene muy buena pinta este tabaco. No te habrán comentado qué fortaleza tiene.
Un saludote.
Pues mira, este no lo sé, porque no lo he probado. Otros cigarros que he fumado de Santa Clara siempre han sido de fortaleza baja a media. Imagino que andará por ahí, pero, insisto, no lo sé. PRuébalo y me dices. UN abrazo
Pues des de el día de ayer tengo uno en el humidor, y le tengo ganas ya que soy un gran fan de A.Turrent, y creo que este también me va a gustar,
Pues ya me contarás. Yo también quiero probarlo. A ver si surge la ocasión. UN abrazo
Joan, ya nos dirás cómo están estos cigarros.
Hola Javier.
He tenido la oportunidad de hacerme con una caja de Santa Clara, Triple Maduro y decirte que me han encantado. Un tabaco dulce y con un paso por nariz muy agradable con un retrogusto que no sé explicar, pero que me gustó. Me recordó la fumada al tabaco habano.
Un abrazo.
Cuánto me alegro, Ángel. Casualidad que hoy eres el segundo que me lo dice. Yo aún no lo he probado. A ver si me hago con uno esta semana o la que viene y lo puedo probar. La verdad es que en México se hacen muchas cosas interesantes. Saben de tabaco y, si es por tradición, incluso la palabra «cigarro» viene del maya. Gracias por contarlo! Un abrazo