Tabacos y cervezas (IV) - Burkina the revist Maridajes Burkina The Revist

Tabacos y cervezas (IV)

Me he venido al pueblo, otra vez, dispuesto a terminar la serie Tabacos y cervezas (IV), para que, luego, no me echéis en cara, con toda la razón del mundo, que dejo las cosas a medias. Es verdad que lo hago (y que Burkina es un sin Dios), pero es la condición de artista que siempre ha dominado mi vida: voluble, inconsistente, entregado a las veleidades del destino y al capricho de las musas.

En fin, que no me centro.

Sobre los maridajes, y la importancia del gusto personal en la consecución de un match perfecto, os metí un severo rollo en la primera parte de esta serie:

TABACOS Y CERVEZAS PRIMERA PARTE

BREVE RESUMEN DEL PREVIO

Pero, si lo leíste y no lo has retenido bien, o no quieres exponerte a una marea de palabrería propia de un grafómano, te lo resumo en dos frases:

Más allá de la armonía, al alcance de narices y paladares finos y entrenados, entre los que no me encuentro, el objetivo de un maridaje sólo puede ser el disfrute personal y, para eso, hay que tener en cuenta un montón de factores más de los que la combinación entre el espirituoso, vino, cerveza… y el tabaco nunca son ajenos: la circunstancia, el estado de ánimo, la compañía…

Dos: el tabaco y la cerveza son aderezos de esa circunstancia, y no el centro del foco. Deja que te acompañen y te faciliten que la situación te haga feliz y olvídate de andar sacando matices, aromas, combinaciones, lentejas con chorizo… Eso está sobrevalorado.

Lo importante es el disfrute. Y, hoy, para que la misa sea completa, voy a añadir algo más: la ignorancia es mucho más feliz. Ya lo dice la Biblia (hoy con cita bíblica y todo, una misa con dos cojones): «Porque donde hay sabiduría, hay sufrimiento y a más ciencia, más dolor» (Ecliastés 1:18).

Fumad felices y no dejéis que nadie os diga que no sabéis fumar porque no pilláis el balsámico del cigarro. Además, en eso hay mucho farsante, también os lo digo.

SIETE DÍAS, SIETE TABACOS, SIETE CERVEZAS

Como os conté, gracias a Armand Notó, cuya foto está ya enmarcada en mi salón junto a la de la comunión de mis hijos, descubrí la tienda online de Mahou:

TIENDA SOLANA – MAHOU ONLINE

Y, a pesar de eso, mi matrimonio aún no se ha resentido. Ni mi hígado. Pero como yo soy un probador, me he pasado un confinamiento bastante chachi descubriendo cervezas que me han flipado, porque van a más allá de las caña de toda la vida, que también me gusta mucho. Ahora soy devoto de la santísima San Miguel Manila (su festividad es el 29 de septiembre). Me alucina esta cerveza:

TABACOS Y CERVEZAS – SEGUNDA PARTE

Pero me encantó la IPA de Mahou, especial para mahoumetanos del cisma. Me he bebido cien, y he dado la chapa (nunca mejor dicho), con cada una de ellas. Ésta que trasegué en compañía de un Davidoff Puro D’Oro Magnífcos (robusto deslistado, pero búscalo que lo encuentras) fue especialmente dichosa.

Es un ejemplo, pero tengo tantos que, quizá, en vez de Siete cervezas, siete días, siete tabacos, tendría que rebautizar la serie «Un confinamiento, un cajón de birra, una rueda de tabacos».

Bélgica – Bélgica: Nicarao Especial Torito + Leffe Triple. Bufffff…

Hasta que un día, me «arriesgué», sin saber qué contenía, con esa caja que decía que era especial para cervecistas: «Siete cervezas, siete días».

Y siete tabacos, me dije.

MAHOU MAESTRA DUNKEL CON…

Lo bueno de la caja, y que me dio la idea, es que cada cerveza viene presentada con una brújula de sabor, que en el caso de la Mahou Maestra Dunkel, es así:

Lo que cuenta, más o menos, es que estamos ante una cerveza con más cuerpo, más tostada y oscura, que da sabores que se acercan bastante a los de un cigarro con sabores largos y profundos, un estilo La Flor Dominicana y su tabaco de aperitivo tòtem, que es el Cameroon Cabinet nº3.

Sin embargo, no podía ser. Y por una razón muy simple: ya lo había maridado con otra cerveza (que saldrá en la serie). Elegir es descartar. Pero quiero reseñarlo, como alternativa, porque estoy convencido de que es un tabaco muy apropiado para este perfil de cerveza, cuya nota de cata dice:

Además, sirve para expresar distintas formas de maridar: potenciar sabores, lo que se conseguiría bien con La Flor Dominicana, o contrastarlos, para lo que el ideal era Romeo y Julieta Petit Royales, vitola de galera Caprichos (y tanto), 95 mm x 47, dulce caramelo cubano que no me canso de recomendar, por 5’70 euros en estancos (precio a 11 de julio de 2020, pero podría variar).

… ROMEO Y JULIETA PETIT ROYALES

Complementar sabores en boca es también otra forma de acercarse a la armonía. Me pareció que el leve amargo tostado de la cerveza podía proporcionar un choque deliciosos en mi paladar con el dulzor amaderado y meloso de un buen habano. Más aún cuando ambos productos presentan una característica común que alarga el disfrute, que es la cremosidad en boca. Tanto cerveza como cigarro son largos, lo que hace que su huella permanezca amarrada durante un rato más extenso y distancia los tiempos entre calada y calada, entre trago y trago.

La largura de sabor proporciona calma al disfrute.

Quedan tres cervezas y tres tabacos para acabar la serie. Os prometo que esta semana la termino. Espero que, por lo menos, os esté molando la historia y, lo que sería aún mejor, que hagáis por probar las propuestas.

TABACOS Y CERVEZAS – 5ª PARTE

2 comentarios de “Tabacos y cervezas (IV)

  1. José María Ortega dice:

    Gran artículo, me ha encantado. Es la primera vez que he oído esa cita bíblica pero cuánta razón, «a más conocimiento menos disfrute». Yo lo llevo tiempo diciendo en otra afición que tengo, los toros, cuánto más te crees que sabes y más buscas la perfección mejores disfrutas. Un saludo y gracias.

    • JAVIER BLANCO URGOITI dice:

      Cuanto el conocimiento es rígido y busca la estrechez de la perfección, sólo proporciona sufrimiento. Cuando es amplio y abierto de miras, proporciona la dicha de la inquietud, de querer saber más. Los que de verdad saben de tabaco, los tabaqueros de toda la vida, siempre dicen que siguen aprendiendo (es algo que también dicen los impostores, claro). Otra cita: Rainer María Rilke, «La belleza no es sino el principio de lo terrible». UN abrazo

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