Brickhouse Mighty Mighty Maduro.
NOTA: 70/100
Formato: 6×60 (158 mm x 60). Procedencia: Nicaragua . Tabaco: Capa, Brasil Arapiraca Maduro. Capote y tripa: Nicaragua. PVP a 15 de marzo de 2018 (puede variar): 5’00 €
(Tened en cuenta que la nota es media y los comentarios individuales. Los catadores pueden no hacer comentarios o hacerlos en función de su nota, no de la media, por tanto alguno puede parecer incoherente).
Nota media a su aspecto 88/100 – Comentarios de los catadores
- Atractivo de la capa: 88 – Capa brillante.
- Nivel de perfección: 88 – Tacto firme.
- Olor de la capa: 83 – Cuadra noble. Chocolate, cuero, notas cafeteras.
- Tacto de la capa: 93 – Preciosa a la vista. Muy grasa.
- Cantidad de tabaco: 87 – Denso, compensado.
- Resistencia: 83 – Mucho. Poco. Corcho perfecto.
Nota media a sus prestaciones en frío: 80/100 – Comentarios de los catadores
- Nivel de complejidad en frío: 70 – Un poco plano. Se sacan pocas notas.
- Fermentación del tabaco: 90 – Muy buena. Yo diría extraordinaria.
- Valoración del aroma en frío: 80 – No mucho.
- Valoración del sabor en frío: 80 – Buenas notas de chocolate. Café.
- Tiro en frío: 80 – Amplio. Demasiado.
Notas de cata en frío.
Aromas a cuero y madera. Vegetal, chocolate y terroso.
Nota media a sus prestaciones en caliente: 64/100 – Comentarios de los catadores
- Tiro: 88 –
- Combustión: 93 –
- Impacto al principio de la fumada: 63 – Notas ricas, pero insuficientes.
- Quema regular: 72 – Exacto.
- Evolución: 20 – ¿cuál?.
- Complejidad del sabor: 40 – notas sin armonía. Poca.
- Volumen de aspiración: 64 – Excesiva. Espero más.
- Densidad del humo: 65 – Justa, untuosa, cremosa.
- Consistencia de la ceniza: 80 – Hermosa. Excelente.
- Color de ceniza: 67 – Gris. Plata. Gris claro.
Notas de cata en caliente.
Herbáceo, dulce, canela, untuoso, frutos secos.
Nota media en satisfacción: 58/100 – Comentarios de los catadores
- Evolución del cigarro: 40 – No se percibe. Va a más herbáceo.
- Fortaleza: 45 – Flojo.
- Sabor: 48 – Medio. Escaso y plano.
- Equilibrio: 73 – Muy equilibrado.
- Construcción: 85 – Extraordinaria.
Nota media en relación con su precio: 58 – Comentario de los catadores
- Precio (5’00 €): 80 – Bestial. Tiene su público.
- Relación calidad/precio: 83 – Muy buena.
- ¿Lo comprarías?: 13 .
Comentarios finales:
- Tiempo de fumada: De 60 a 90 minutos (depende de la aspiración).
- Maridajes: una malvasía suave, gintonic sin aderezos, trufas, turrón.
- Momento del día: después de una cena ligera. Ninguno.
NOTA FINAL: 70/100
Comentario de Burkina.
Como podéis comprobar, estamos tratando de ser rigurosos, sobre todo en la transcripción de la cata, para que esto tenga algún sentido: dos de los tres jueces no han aprobado al cigarro. Ésa es la verdad. La explicación que dan, y que es lógica, es que ellos son fumadores habituales acostumbrados a exigir más a un cigarro y que, tal vez con otro formato (no 6 x 60), un calibre más fino, el Brickhouse habría tenido más éxito. Yo estoy de acuerdo.
El tercer juez, sin embargo, le ha visto el lado positivo al Mighty Mighty Maduro (menos el nombre, la verdad, porque poderoso, poderoso, lo que se dice poderoso, no es). Es un cigarro muy del gusto americano, dice, y tiene su público, fumadores que no están buscando que el cigarro sea el centro de su actividad, sino una parte del aderezo o, incluso, del atrezzo, porque lo cierto es que el puro está bueno, es agradable de fumar, está excelentemente bien construido, tiene un aspecto exterior impecable, de enorme calidad, pero le falta sabor que, al final, es de lo que se trata.
A mí me hizo recordar a mi amigo Pedro que, antes, cuando era amigo mío, se hacía llamar el Pescaílla del Guadiana. Ese. El gitano de Villanueva de la Serena. Cuando me llamaba por teléfono, antiguamente, me decía: «Primo, dame dos cigarros grandes para mi hermano Manolo y para mí, que tenemos entradas para los toros y queremos que se nos vea bien«. Pues está claro: el Brickhouse Mighty Mighty (que sólo pensando en cómo lo pronunciará él, que llamaba Machaquito al Macanudo, ya me descojono).
Con esto no quiero que parezca que estoy despreciando al cigarro. En absoluto, por favor, que nadie me malinterprete. Es un puro honesto y de calidad que tiene un público, muy numeroso cuyo gusto no soy yo quien para juzgar, porque, sea el que sea, es el suyo y lo respeto. Si queda alguna libertad en esto del puro premium es, precisamente, el gusto. Yo es un cigarro que utilizaría mucho para quienes se quieren iniciar y tienen miedo a las capas oscuras, porque se creen que es más fuerte (y no, es más dulce) y a los formatos gruesos que, al contrario, concentran menos la fortaleza, dan menos evolución, dejan pasar más aire…
Es un cigarro para vencer esos miedos y para derribar esos mitos. Da dulce y canela, sabores clásicos de la capa Brasil, da un amarguito rico más herbáceo que cacao, pero es un puro demasiado grande para tan poca evolución de sabores.
Pero no es poderoso, poderoso. Eso seguro que no. Por cierto, que no lo he dicho, y esto enlaza con una entrada que tengo a medio escribir: ninguno de los catadores cortó el cigarro como debía haberlo hecho. Para un cepo 60 así, el perforador es el más indicado. Seguro que el puro habría dado mucho más.
¡Chsss! Pescaílla… Brikjaus maiti maiti maduro. Cinco lereles en el estanco es un chollo.
Un cigarro dulce y a la vez amargo, con aromas a cuero y sabrosas notas a tierra, cedro, especias y café. De los pocos cigarros que me gusta acompañar con una ‘toasted beer’.
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