Ay el primo, el primo - Burkina the revist

Ay el primo, el primo

Cuenta la leyenda que todo cubano que se precie tiene un primo que trabaja en El Laguito, donde se fabrica la legendaria marca Cohiba.

Esto lo hemos repetido cientos de veces, pero, según parece, hay que seguir insistiendo.

Dicen los jugadores de póker que cuando en una partida no sepas quién es el primo es porque el primo eres tú. Que te van a timar, vamos.

Pues lo mismo pasa en Cuba cuando te ofrecen habanos por la calle y te dicen que un primo suyo que trabaja en El Laguito saca los Cohiba auténticos «al siento pol siento»… Pues eso. Que el primo eres tú.

Que te va a timar.

Y dentro de lo malo, si tienes suerte, te llevas unos habanos falsos pero, al menos, hechos con tabaco y que se pueden fumar. No son Cohiba, desde luego que no, ni ese tabaco ha pasado por los cuidados procesos de añejamiento de la legendaria marca cubana ni por sus controles de calidad. Normalmente están hechos con tabaco picado, no con tripa larga.

Pero se pueden fumar.

Lo regular, y es mucho más corriente de lo que te crees, es que te den tabacos rellenos con hebra de plátano. Sí, sí. ¡De plátano!

Que también se pueden fumar. Oye, y a lo mejor te gusta y todo. No hace mucho que un estanquero me ha contado que entró un cliente a preguntar si vendía cigarros elaborados con plátano. Le habían traído una caja de auténtico Cohiba Banana Fresh de La Habana y le habían gustado.

Para gustos… Si lo que le gusta es el plátano. Además, como no es tabaco, se puede fumar en el restaurante. ¡Otra ventaja! Que te viene el camarero y te dice:

Discúlpeme, señor, pero está prohibido fumar aquí.
– ¡Qué va, hombre! Que no es tabaco. Que es plátano – y a fumar. A destajo.

Te puede pasar, también, que te vendan un cigarro elaborado con unas hojas verdes que parecen de palma. ¡Que también se pueden fumar! Amargan como un gol de Sergio Ramos en el minuto 93, pero echar humo, echa en buena cantidad. Un humo que tira de gris a marrón y que recuerda al cielo de Madrid cuando restringen el tráfico en la M30.

En fin, que tú te fumas esos Cohiba Skyline Edición Regional Miranda de Ebro y, si resulta que te gusta, hasta te ahorras el viaje a Cuba. Te puedes hacer tus propios cigarros en Alicante. ¡Gratis! O con el ficus de casa.

Otra cosa bastante común es que se use una página de periódico como capote. Dicen, yo no lo he probado, que da un tono como a tinta de calamar y un retrogusto a papel reciclado. ¡Y se puede fumar! ¡Vaya que sí! Además es una buena manera de convertir las malas noticias en ceniza.

Para gustos… A unos les gusta el Cohiba ABC, a otros Cohiba El País. En Cuba, lo normal es que te encasqueten el Cohiba Gramma, que sólo da buenas noticias.

Pero hay más opciones. Una de las más desagradables se da cuando el cigarro lo han fabricado con tabaco picado. Sabéis que, en un país como Cuba, todo se aprovecha, así que ¿cómo imagináis que se recupera el tabaco picado que, en el proceso de fabricación, ha caído al suelo? Método tradicional: escoba, recogedor y, hala, al montón, con lo cual es una tabaco enriquecido, un Cohiba Omega 3, con toda la mierda que hay en el suelo.

Pero, insisto, esto va a en gustos: si te gusta fumar mierda… No quiero profundizar, pero seguramente tu ciudad esté llena de heces secas de perrito.

¡Y aún hay más! Que tú te crees que te has ahorrado unos euros al comprar los Cohiba Siglo IIV o los Omega 3 y te llevas tus tabaquitos elaborados con mierda del suelo tan contento a tu casa. Los metes en tu humidor y a la siguiente que vas a ver tus tesoros, o a presumir de ellos delante de los amigos, tienes una fiesta de lasioderma montada que no te queda ni un cigarro sin su agujero.

Ahí se te va el ahorro.

Entonces, os preguntaréis, ¿qué hago si voy a Cuba y le quiero traer una caja de Cohiba Siglo VI a, por ejemplo, Javier Blanco Urgoiti, porque me gusta el Burkina?

Chupado: vas a la Casa del Habano oficial, que está en la fábrica de Partagás, junto al capitolio, te gastas algo más de dinerito, pero no haces el primo.

No queramos fumar Cohiba a precio de Don Julián porque eso no existe.

Por cierto, yo prefiero el Siglo V. Me va más.

2 comentarios de “Ay el primo, el primo

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