Antes de meterme a explicar el por qué de tan rebuscado y bitélico título, Magical Mistery Tour de El Viejo Continente, by Daniel Guerrero, y las razones que me llevan a hacer el petate y marcharme con Dani siempre que me llama, y mi mujer me deja, tengo que insistir en El Pepinazo 2019.
Quiero superar los 1.000 votos.
Vamos bien. A 23 de noviembre, 463 votos. Nos queda un mes y una semana para cerrar las votaciones: último día 31 de diciembre de 2019.
Para que os hagáis una idea, siempre desde el convencimiento de que en un mercado con más de 4.000 referencias que optan al premio, obtener un voto de un consumidor ya es un premio gordo:
En el Pepinazo 2018, cuando se cerró en diciembre, 176 cigarros habían conseguido al menos un voto. En 2019, a mes y pico de cerrar las votaciones, la lista es ya de 171 cigarros. Lo que voy a currar publicando esta historia que me he inventado no está escrito.
En buen lío me he metido.
Os presento a Francisco Gil Bernal, de Lebrija, Sevilla, afortunado ganador del Training Kit de La Aurora firmado por Manuel Inoa.
Así que, seguid votando. Ya sabéis que todos los votos que entren antes del 1 de diciembre participan en el sorteo de una caja de Ep Carrillo Encore Majestic. Como ésta:
Aquí las condiciones:
BURGOS [J’ADORE] THE SHOW
Pues tenía yo ganas de ir por Burgos, Cabeza de Castilla, Tierras del Cid, y de acampar en la rivera del Arlanzón, como hizo el Sidi Don Rodrigo Díaz de Vivar después de hacer jurar al rey en Santa Gadea.
Acampamos en un hotel que no puedo dejar de mencionar y recomendar. Cómodo, limpio, moderno, bonito, buen desayuno y, encima, a la hora del registro, te hacen la pregunta que más me gusta que me hagan en el mostrador de una recepción: «¿Habitación de fumador o de no fumador?«.
Hotel La Galería. Aquí su web. Veo el precio en internet y ya me parece aún mejor.
Y, encima, el recepcionista simpático y paciente ante mis impertinencias:
– ¿Quieren habitación de fumador? – nos lo dice a los dos, a Dani y a mí, aunque, inmediatamente nos anuncia que sólo le queda una habitación de fumador disponible.
Dani y yo no compartimos habitación. Ni ducha. De momento.
Por ley, los hoteles en España tienen la opción de reservar el 20% de sus habitaciones para fumadores. La mayoría ya no lo hace. Se han quitado de encima un problema, generado por las autoridades sanitarias. Me parece una opción respetable y de verdad que lo entiendo perfectamente, pero que me no mientan… La ley lo permite.
Dije lo que dije, pensando en cederle la habitación de fumador a Dani. Total…
– A mí dame la habitación que prefieras. Me da igual – aseguré al recepcionista -. Yo voy a fumar de todas maneras.
Era broma… pero, como me pasa a menudo, el recepcionista no sólo no lo pilló sino que, además, me adjudicó rápidamente la habitación de fumadores para mí. Claro que las dos aseveraciones hechas en la proposición eran ciertas: me da igual que me den habitación de no fumador; yo fumo en todas las habitaciones de todos los hoteles en los que me alojo.
MAGICAL MISTERY TOUR
Lo cierto es que Daniel Guerrero, con su tour por España con El Viejo Continente y The Circus, monta un chou bueno al que he decidido llamar el Magical Mistery Tour. Porque tiene algo de magia, algo de misterio y lo va haciendo por ahí, hoy en Burgos, mañana en Alicante, antes de ayer en Badajoz.
Es un tour de aceite y sal y de provocar sabores que, con más o menos precisión (esto es subjetivo), casan con sus tabacos.
En Burgos, el miércoles, fueron once sabores:
No os lo voy a destrozar. Recordad que es Magical MISTERY Tour y creo que parte de la gracia está en meterte eso en la boca sin tener una noción previa de lo que es. Parecen huevas de pez y aceitunas, pero son escerificaciones de aceite de oliva (salvo la cuchara del medio, que es Fairy) y resulta curioso cómo, mezclado en boca con el humo de este The Circus Petit Circus tan rico…
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…resulta curioso, digo, cómo se acentúan los sabores.
No me lo pareció sólo a mí. Los catorce afortunados que asistimos a la cata organizada por Ángel Briones, hospitalario burgalés que nos acogió y nos hizo sentirnos como en casa, nos quedamos muy sorprendidos.
Un gran show, el Magical Mistery Tour, de El Viejo Continente.
Y dice Dani que tiene 60 sabores distintos, con unas bolitas de aceite de oliva. Me encantó porque algunos sabores eran tan vivos que era fácil darse cuenta de lo voluble que es la sensación en boca y cómo lo que comemos condiciona el impacto del humo del cigarro en el paladar. Pero, además, fue una cata distinta, interesante y sorprendente.
Si Daniel Guerrero lleva su circo de sabores a tu estanquero de cabezazo, no lo dudes: ¡apúntate!
SOPA CASTELLANA
Después del primer acto, nos fuimos juntos a cenar a una taberna humilde, cerca del estanco, donde también los burgaleses enseñaron un sabor a Daniel Guerrero: el de la sopa castellana.
Las sopas de ajo de toda la vida.
La poción mágica de Panorámix.
Un reconstituyente que te da más alas que el Red Bull. Ya quisiera el Red Bull ese.
Con su pan, su pimentón, su huevo, su chorizo, su grasota y su ajo, claro, y quizá por aquello de que estábamos en Burgos, su morcilla.
Que me gusta a mí más una sopa castellana que el caviar, pero, de nuevo, la sopa nos dio una pequeña lección a todos los fumadores. Salimos de la taberna, a pesar de ser Burgos, de noche y al final del otoño, irradiando calor. Nos volvimos al local de Ángel, a fumar el cigarro de la noche: El Viejo Continente Connecticut Toro. Ya os hablé de él en
Lo atrevido que es Dani, que no sólo le pone una capa «Conérico» Ecuador a un cigarro de formato toro (150 mm x 56), sino que, encima, le coloca una anilla lila. El cigarro tiene una fortaleza más bien suave, pero ved si cambia la percepción de la fuerza de un cigarro, dependiendo de la circunstancia, que cuando yo lo fumé en enero, a media tarde, lo catalogué de suave a media.
Y me he fumado más de uno.
Pero no tiene nada que ver con el color de la capa. Esa capa es preciosa y súper fina, con un grado de madurez bajo, que da sabores más amargos y notas de fruto seco, avellana verde o nuez moscada, pero eso no afecta a la fortaleza. Así como un cigarro oscuro, casi negro, puede ser suave, un cigarro con una capa Connecticut Shade, de Ecuador, como este, podría tener más fortaleza. Es cuestión de meterle tabaco ligero en el corazón y nada más.
En cierto modo, me siento un poco culpable porque yo le animé a que diera a catar ese cigarro, y no el Maximum, con su capa Habano, o incluso el Maduro, que habrían sido más adecuados. Lo hice pensando en que todo sería diferente y llamativo, pero, claro, no sabía yo lo de la sopa castellana.
El cigarro está excelente. Yo me lo fumé hasta la uña, con un roncito ligero cubano que se llama Santísima Trinidad, y me gustó mucho, sobre todo, la cremosidad del último tercio.
Pero la sopa castellana quizá hubiera exigido un punto más de fortaleza. Ese fue el único fallo, y no fue de Dani: fue mío, que fui, como me pasa a veces, el listo que todo lo sabe. Un error del que aprender, porque también os digo que aquellos que no habían cenado sopa castellana, quedaron más que satisfechos con el puro.
Porque eso no se cuestiona en esta entrada. El cigarro está muy bueno, pero tanto el show como la cena nos mostraron, claramente, cómo lo que comemos condiciona el sabor del humo.
La gente se fue muy contenta. De hecho, al último lo echamos cerca de las dos de la mañana, señal de que en su casa no los tratan tan bien.
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Que razón tienes al decir que lo que comemos condiciona el sabor del humo al igual que la compañía y las circunstancias en las que saboreemos nuestro cigarro.
Grande el Sr. Daniel Guerrero!
Un abrazo.
Inmejorable velada rodeada de buena gente, buenos tabacos y la magia de Dani Guerrero
Sí, señor, y con su toque peculiar que queda entre nosotros. Un abrazo Pepe