Los junior de Rocky Patel - Burkina the revist Contra el frío

Los junior de Rocky Patel

En realidad, no os quiero hablar de Rocky Patel, o no sólo de Rocky Patel, sino de algo que los Junior de Rocky Patel me han contado. No os voy a decir que ya lo sabía porque, tal vez, lo más preciso sería decir que no sabía que lo sabía. En el fondo, es algo que llevo practicando todo el invierno.

Hace tiempo que la moda de los calibres gruesos, que espero que estéis conmigo en que, al menos, es algo burda, dejó de horrorizarme. Latía en esa cerrazón a la que estaba aferrado, sin duda, un motivo de estilo personal que, en cierto modo, sigue vigente: si yo fumara puros sólo por pose, lo siento pero la elegancia de sostener en la mano un discreto cepo 42 no te la proporciona ningún calibre grueso.

Es una opinión personal, por supuesto. No tienes por qué estar de acuerdo, ni, mucho menos, asumirla como tuya. Ésa es mi muy particular percepción.

Además, había, para este rechazo, una razón técnica: un calibre muy grueso ofrece la ventaja de una fumada facilona, porque por su ancho canal entra tanto aire que el tabaco quema rápido, ofrece bocanadas muy amplias y, por supuesto, resta sabor.

BURKINA THE LOT

Como el tabaco, antes o después, acaba poniéndote en tu sitio («Mucha gente habla del tabaco«, me dijo en una entrevista, hace muchos años, el maestro canario Imeldo Rodríguez, «pero, ¡ay! si el tabaco hablara«), mi teoría se cruzó con una verdad alternativa: La Flor Dominicana Reserva Especial Gran Robusto, con su cepo 60, bien lleno de tabaco, me contó que un calibre grueso bien torcido, bien lleno de tabaco, quema despacio y ofrece sabor e intensidad para alargar el placer de una gran fumada durante más de dos horas.

Rendido, le di un Burkina The Lot:

BURKINA THE LOT – CIGARROS QUE ROZAN LA PERFECCIÓN

Y, para corroborarlo, tenéis el Año del Buey de Davidoff. Ahí tengo uno, en el humidor, esperando a que llegue su momento, que no acaba de llegar porque voy a necesitar, para quemar su casi 30 gramos de tabaco (¡30 gramos!), dos horas y media de tranquilidad. ¡Dos horas y media de SABOR! Y eso es algo que, por desgracia, hoy por hoy, no es fácil de conseguir.

DAVIDOFF YEAR OF THE OX

Y resulta chocante que, uno de los motivos por los que, en teoría, comenzó esta moda de los calibres gruesos fuera la falta de tiempo. Eso sigo sin comprenderlo, la verdad. No hay duda de que este ritmo de vida que llevamos y, sobre todo, la desaparición de espacios de libertad donde se nos permitía disfrutar de un buen tabaco (sin molestar a nadie), ha reducido mucho la oportunidad de consumo y eso ha relegado, por desgracia, al olvido formatos clásicos, tabacazos, como los prominentes, los churchill, la gran corona…

EL PESO, NO EL CEPO (NI, DESDE LUEGO, EL LARGO)

Es como si el fumador sólo se fijara en el formato del tabaco, cuando, en realidad, a lo que tiene que prestar atención es al peso del tabaco. El peso, puesto en relación con el formato, es lo que puede darte una idea del tiempo que te va a durar un cigarro. No es posible medirlo, ni establecer un baremo científico porque estamos en el maravilloso mundo del tabaco y todo es relativo. Hay variantes que dependen del propio fumador, como la fuerza de aspiración, la ansiedad viva o el picor de genitales… Todo eso influye definitivamente en el tiempo de fumada.

Se está haciendo largo el razonamiento, pero ya estoy llegando… Dadme un par de párrafos más, por favor, y voy con los Junior de Rocky Patel.

Esta relación formato/peso (más la pachorra vital de cada uno) es lo que hace que un petit corona, de 4 x 36, ofrezca 40 minutos de fumada, mientras que hay robustos, mucho más grandes (5 x 50), que apenas llegan a los tres cuartos de hora.

No es un defecto. ¡En absoluto! El mayor o menor peso de un tabaco es norma de fabricación y, seguramente, guarda alguna relación con el uso de boncheras (si no sabes lo que es, otro día te lo cuento). No hace falta que instalen una romana en las cavas ni que te pongas ahora a pesar todos tus tabacos… Aunque si tienes tiempo, hazlo y verás qué interesante…

ROCKY PATEL JUNIOR

Sólo estoy poniendo en duda la frase: «Prefiero un 100 mm x 58 a un 170 mm x 43 porque no tengo más de media hora para fumar«. Poner en duda no quiere decir que no sea cierto, sino que el tabaco siempre ofrece alternativas.

Es parte de la belleza de este mundillo.

¡No hay obligación de justificar nada! Esto es una cuestión de gustos y nada más. Hay quien fuma calibres 80 porque sí, porque aquí está su berenjena y punto. Y si el cigarro consigue su objetivo, que es que el fumador se sienta a gusto y satisfecho, es un gran tabaco.

LAS BESTIAS

Quizá ha tenido que llegar la pandemia y el crudo invierno para que esas alternativas, muy gustosas, muy sabrosas, pequeñas y discretas, empiecen a aparecer en los estancos como la próxima tendencia. No lo dudéis. Van a ser tendencia. Porque si tienes media hora, un 101 mm x 36, con 8 gramos de tabaco, de 30 a 40 minutos de fumada, es lo que tienes que elegir.

Y si, encima, se vende en una preciosa lata que permite un transporte cómodo y seguro en el bolsillo o en el bolso y, para más abundamiento, el precio es de 3’00 euros por tabaco en estanco… 15’00 euros por lata…

CUATRO PERFILES DE SABOR

Rocky Patel Junior ofrece cuatro perfiles diferentes de sabor y fortaleza que es de lo que iba la entrada de hoy, antes de enrollarme como una persiana en algo que, tienes razón, quizá podía haber resumido en la frase «yo prefiero estos formatos«. Con todo el respeto del mundo a tus gustos, que son lo que, al final, de verdad cuentan en esto del tabaco.

Y es que hace más de un mes que me propuse escribir una entrada titulada «Dame la lata», hablándoos de esta atractiva alternativa para tiempos cortos de fumada y, sobre todo, climas fríos. Porque, además, estoy casi seguro de que tu pareja te dejará echarte un 4×36 en casa… Aunque sea en la cocina, que siempre será mejor que hacer el esquimal, con cara de culo, en la terraza, aterido de frío.

Ahora prometo solemnemente que la semana que viene, va. Pero, me he entretenido por el camino, porque el anuncio de la salida al mercado del Rocky Patel Junior Vintage 2003, 101 mm x 36, a 3’30 euros el cigarro, en una preciosa lata con cinco unidades.

Esta lata me la he cargado un poco al quitar la propaganda de la industria farmacéutica. Disculpadme, pero mejor magullada que mentirosa.

Pero junto a esta novedad, con capa cameroon, hay otras tres alternativas que os voy a resumir ahora mismo, porque me he fumado los cuatro. Y notad mi entusiasmo: me han gustado todos. Dos son más de mi gusto que los otros dos, pero entiendo que, parafraseando a Cesare Pavese «para todos tiene Rocky una fumada«.

JUNIOR VINTAGE 2003 CAMEROON

El nuevo es este Junior Vintage 2003, con capa cameroon para enmarcar… Mirad la foto y atención a la grasa de esa capa:

Capote Nicaragua, tripa Nicaragua y República Dominicana, ofrece una fortaleza media, con sabores terrosos y minerales, ese saborcillo tan nicaragüense que en Burkina The Revist se llama «volcán». No es un cigarro dulce, pero sí vivo con una pimienta muy rica, notas cítricas y, sobre todo, cierta astringencia que pide un trago fresco. El precio, como he dicho, es 3’30 euros por cigarro en estanco (precio a 9 de febrero de 2021, pero podría variar) y viene en esa lata de cinco unidades.

JUNIOR VINTAGE 1999 CONNECTICUT

Si, como a mí, te gusta ese perfil de sabor amaderado, con un amarguito herbal delicado, un dulce floral y el fruto seco (tostado), únete a la plataforma de reividicación de la capa Connecticut ya.

Intensidad de suave a suave-medio, cremosidad, delicadeza y mucho sabor, para nada aburrimiento, con un tabaco sorprendente que, además, dice mi mujer que deja sabor a kikos… Sï, a kikos. Y tiene razón:

No sé deciros mucho de la ligada. Desde luego, la capa es Connecticut Shade, probablemente Ecuador, porque es MUY fina. Increíble que un tabaco tan fino condicione tanto la fumada. Lo hace.

El precio dicho: 3’00 euros por cigarro en estanco (precio a 9 de febrero de 2021, pero podría variar). Lata de cinco unidades.

Ésta me ha quedado más apañada.

JUNIOR VINTAGE 1990 BROADLEAF

En una fortaleza suave-media a media, la capa Broadleaf, pero cultivada en Honduras. Es un tabaco que ya en frío da chocolates (¿os acordáis del sabor de los cigarrillos de chocolate de cuando éramos pequeños?) y especias.

Es un tabaco más terroso, más especiado, que según vas avanzando se va inclinando más por notas del tipo fermentación, bollería dulce y, al final, amargos cafeteros y un acidez muy viva. Yo me lo he imaginado con una copa de oloroso, de aperitivo de campeones y, como tengo otro, pues lo haré.

El precio, de nuevo, 3’00 euros por cigarro (precio en estanco a 9 de febrero de 2021, pero podría variar), 15’00 euros la lata.

Aquí ya he mejorado un poquito más.

JUNIOR VINTAGE 1992 SUMATRA

Por último, el mío. El que Rocky Patel ha hecho para mí. Ojo, no es el mejor. Buenos son todos. Este es el que más me gusta a mí. ¿Por qué? Por la capa Sumatra que es canela pura, saborazo, tierra, fortaleza media a media alta al final, evolución y complejidad.

La verdad es que no estoy siendo justo en la presentación pero recordad que no pretendo ser objetivo, sino independiente. Este es el mío:

Que tiene el mismo precio, 3’00 euros en estanco (precio a 9 de febrero de 2021, pero podría variar), la lata es de cinco, igual, más bonita y hasta, al quitar la propaganda, me ha quedado más que presentable:

Y ya, que sólo quería escribir sobre Rocky Patel y he soltado un sermón de la montaña demasiado largo. Lo que tenéis que hacer es ir al estanco, comprar uno de cada (gasto 12’30 euros), probarlos y escuchar, como he hecho yo, lo que el tabaco tiene que contaros sobre vosotros…

Seguramente te diga algo que no sabías que sabías.

14 comentarios de “Los junior de Rocky Patel

  1. Fernando R dice:

    Qué ganas de probarlos, lo malo es que mi estanquero de cabezazo no los tiene. Tendré que ir a una cava grande. Quería preguntarte si hay alguna cava o cigarro que merezca la pena en Ciudad de México, la semana que viene tengo que viajar allí. Perdón por desviarme del asunto pero no sabía en qué entrada del blog encajar la pregunta. Saludos y ¡larga vida a tu podcast!

    • JAVIER BLANCO URGOITI dice:

      En México, hay una casa del habano… https://lacasadelhabano.miadn.mx/ México es un mercado muy importante para Habanos. Yo no he estado, pero imagino que será como todas las Casas del Habano, mucha variedad y ediciones limitadas. Pero lo que sí te recomiendo es que te pases, que, además, no debe de andar lejos, con la tienda de los Turrent: Dirección: Av. Pdte. Masaryk 317, Polanco, Polanco IV Secc, Miguel Hidalgo, 11550 Ciudad de México, CDMX, México. Casa Turrent, donde seguramente puedas encontrar mucho tabaco mexicano que vale la pena, aparte de todo lo demás. +52 55 5525 9540. Tampoco he estado, pero los Turrent son la familia mexicana del tabaco más prestigiosa en cultivo, proceso, fabricación, exportación y venta minorista. Ya me contarás. Un abrazo

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