Un poco de transparencia. A los que ya conocéis bien Burkina The Revist no creo que os extrañe si os desvelo que, en este momento de la madrugada, mientras me arranco el sueño del cuerpo con un café y un Lucky y el martilleo de la lluvia sobre el cerramiento del salón me obliga a subir el volumen de la radio… Ahora, que me dispongo a vencer el pánico al folio en blanco y dar el primer paso de este esfuerzo casi diario que me supone escribir una entrada… En realidad, no tengo ni idea de cuál va a ser el tabaco del mes de noviembre de 2022.
Me pasa casi todos los meses.
Pero en este preciso instante, lo cierto es que no tengo ni puta idea porque tampoco tengo claro lo que he fumado y, para eso, tengo que tirar de móvil. Yo no publico en redes sociales todos los puros que me fumo, pero sí saco una foto con el teléfono a todos (o a casi todos). Unas veces la subo a Instagram y digo alguna memez y otras veces, me la quedo para mí. No hay un criterio no hay fórmula ni tampoco mucho empeño en publicar todo lo que hago. Quizá debería, me lo han dicho muchas veces, pero me da mucha pereza. Me sucede a menudo, no sé a vosotros, que estoy a gusto, fumándome un tabaco, compartiéndolo con unos amigos una buena charla… E interrumpir todo este disfrute para ponerme a postear en Instagram… Me toca los cojones.
A veces las subo y, otras, me doy mus. Será que me estoy haciendo mayor, pero soy mucho más partidario del «aquí y ahora» que de perder un segundo de mi vida presente alimentando el irreal desfile de la nube.
NORMAS, HABERLAS, HAYLAS
Después, cuando llega este momento, el de escribir la entrada, busco las fotos en el móvil y con gran dificultad, normalmente, elijo un tabaco entre todos ellos. El criterio, dentro de lo que es Burkina The Revist, siempre es el mismo: intento que sea un cigarro que esté aún a vuestra disposición en estancos; que me haya sabido rico y, muy importante, dentro de una circunstancia dichosa.
Son normas que me he puesto yo a mí mismo y, por tanto, me las paso por el arco de triunfo cuando toca. Así es Burkina The Revist. Creo que es parte de su gracia. Suma un punto de complicación a la hora de decantarme por uno u otro que, en este mes de noviembre 2022, he fumado no pocos tabacos no por gusto sino por exigencia del guion, porque me he pasado medio mes resfriado (y sigo).
Cuando estoy resfriado o griposo no suelo fumar puros, salvo que lo exija el guion, como he dicho, porque es una pena. No es por salud, sino por no desperdiciarlos. La congestión nasal me anula la capacidad de captar aromas cuando no pasa que me dan mal sabor, un metálico de flema, aparte de la irritación de la garganta y la tos.
Luckies sí he fumado. Como una chimenea. Lo confieso.
MI CITA CON JUSTO RICO
Así, después de unos días en los que, incluso, había tenido fiebre nocturna, me pasé el palito por la tocha (no era COVID) y acudí a mi cita en ARGO con mi amigo Justo Rico. Apunto estuve de darle plantón, porque estaba aún medio jodido, y estoy convencido de que él lo habría entendido.
Aprovecho para anunciaros que Justo Rico es el invitado del episodio 45 del podcast que vieron los siglos. Saldrá antes de Navidad. Espero. Si quieres escuchar los episodios de las tres temporadas de Burkina The Ñus, están aquí:
Justo atesora una muy larga trayectoria en el tabaco, desde los tiempos de la Compañía General de Tabacos de Filipinas, con una visión amplia de este mundo porque, además de fabricar e importar puros, se mueve en el negocio del tabaco en rama eso le da una perspectiva completa de toda la cadena de valor, desde el campo hasta la comercialización final en las cavas. Y, además, como viaja más que el baúl de la Piquer conoce bien los mercados a ambos lados del Pacífico. ¡Ojo, que no he dicho del Atlántico, que también! ¡Del Pacífico! China, Filipinas, Indonesia, India, Hong Kong, Singapur… Y, por supuesto, Centroamérica y el Caribe.
Lo que no sepa Justo Rico del mundo del tabaco, no es.
DON FIDEL EL LEGADO
En fin, que ya me he enrollado demasiado. Me presenté en ARGO con muy pocas ganas de fumar, salvo mis Luckies, a pesar de que Justo me estaba esperando con un amplio ramillete de sus tabacos para elegir: Vedado Flat Black, Don Fidel y, por supuesto, Saga, la marca de Augusto Reyes que él representa en España.
Decliné la oferta, con mis razones, pero, al poco de empezar nuestra charla, apareció un bisoño camarero con una botella sin dosificador y dos vasos y, como si fuera hijo de la cultura del botellón, se puso a servir el ron a la turca, como si no hubiera un mañana… ¡Menos mal que había ido en tren!
Mano de santo.
Me vine tan arriba que, en ese momento, si me lo hubiera propuesto, le habría marcado un gol a Marruecos. Y, claro, acto seguido, le di candela al tabaco.
Elegí Don Fidel El Legado Robusto (127 mm x 50) porque, de los tabacos de Justo, es el que más me gusta. Una intensidad media bastante apropiada para curar un catarro, capa Habana 2000 (Ecuador), capote Nicaragua y tripa con tabacos nicaragüenses y dominicanos… Y, sobre todo, un piloto cubano dominicano que se hace notar mucho en la fumada.
No es un tabaco muy conocido, a pesar de su precio, 5’50 euros por cigarro en estanco (pvp a 13 de diciembre de 2022, pero podría variar), pero me supo a gloria bendita. Y os voy a decir una cosa: después de dos rones de camarero bisoño y botellonero, de la gratísima charla con Justo Rico y del tabaco, agarré mi tren de vuelta a casa y, una vez en el hogar, cuando mi mujer volvió a hostigarme con el sobrecito de Frenadol en la mano (¡maldito veneno!), me quedé mirándola y le contesté con la lengua gorda, pero muy digno:
– Voy a hacer como el cura: irme a la cama con una botella de ron.
Mano de santo, insisto. Ni Frenadol ni leches.
Don Fidel El Legado Robusto tabaco del mes de noviembre 2022 en Burkina The Revist. Decidido.
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Grande Javier , siempre los mejores puros con amigos y es un placer tenerte y compartir charlas un abrazo y no cambies es lo bueno de ti , lo anárquico que eres
Muchas gracias, César. No siempre se me entiende, pero ya a mis cincuenta… Nos vemos luego. Un abrazo
Hace tiempo que no lo fumo, pero lo recuerdo bastante agradable, para la próxima compra incluyo uno. Y de ese cigarro precisamente no hay apenas nada en Internet, un reseña en alemán en YouTube y algo de información en algunas páginas de fuera de venta on-line. Por si sirve la idea..
Sirve, claro que sirve. De hecho, voy a hacerle una cata en un minuto. A ver cuándo puedo. Muchas gracias. UN abrazo
Don Justo Rico es digno de recibir, lo que antaño se denominaba «medalla al merito del Trabajo», pues su amplio conocimiento y buen hacer lo aplica a todos sus marcas que se distinguen por una relación calidad-precio de gran honestidad, y ofreciendo un abanico generoso para todos los gustos, desde su VegaToro para una fumada diaria a sus Vedado Black para la fumada dominical y con su linea intermedia como este Don Fidel. Como bien dice su nombre es Justo y tambien necesario en el sector. Por muchos años!
Amen! Un abrazo