Cinco habanos para iniciarse - Burkina the revist

Cinco habanos para iniciarse

En realidad, esto es un Burkina The FAQ. Os lo recuerdo porque llevo un tiempo un poco disperso. Hace unos meses, decidí que para atender a todas las preguntas (cuando me sepa las respuestas, que es casi nunca) de una forma ordenada, la única manera era que me las formularais en los comentarios. La entrada de hoy, «Cinco habanos para iniciarse» es, como digo, un Burkina The FAQ. Lo que pasa es que lo tenía pendiente, he dejado muchos meses y ahora no soy capaz de encontrar el comentario. Quien fuera, por favor, que me disculpe o que se presente.

Creo recordar que partía de una premisa falsa, y si no es así que me perdone el comentarista: el tabaco cubano es fuerte. ¡Falso! Ni el tabaco cubano es necesariamente fuerte, ni el dominicano suave, ni el nicaragüense es el que más se parece al cubano… Ni nada de eso. Todo eso no es más que un cliché, a veces interesado, una simplificación que se ha quedado grabada en el imaginario colectivo, pero que no responde a la realidad. El tabaco no entiende de banderas ni de fronteras, no responde a etiquetas ni a estándares marquetinianos, sino a tierra, clima y cultura agrícola; a variedad de semilla y piso foliar; a curado, fermentación y añejamiento y, finalmente, a ligada, es decir, a la mezcla de tabacos que forma el cigarro.

Y, después, por supuesto, está la parte que escapa a la sabiduría de los maestros tabaqueros: la conservación del tabaco en el hogar, su envejecimiento y, por supuesto, la percepción personal de la fortaleza. Un tabaco que a mí me puede parece muy fuerte a un señor que desayuna carne de bebé recién nacido con grog, quizá, le parezca una maula. Al fin y al cabo, es una emoción que sólo nosotros podemos percibir y pasa, sí o sí, por nuestro muy personal filtro, compuesto por aquello a lo que estemos acostumbrados.

PARÁMETROS DE FORTALEZA

La fortaleza de un tabaco viene definida por, al menos, estos doce parámetros y ninguno tiene bandera. Y esto no es más que un rápido resumen. A partir de aquí, las variaciones y combinaciones son innumerables.

No voy a incidir más en la separación real que existe entre fortaleza e intensidad de sabor. Eso os lo he contado ya en varias entradas.

FORTALEZA SIN SABOR

También he insistido hasta la saturación, porque yo soy así de plasta, en el concepto ¡EQUILIBRIO! ¡BALANCE! que es cuando una y otra están compensadas y en armonía. ¿Por qué, para poneros un ejemplo, tengo yo especialmente recomendado en Burkina The Lot Días de Gloria Robusto de AJ Fernández?

DIAS DE GLORIA ROBUSTO – BURKINA THE LOT

¡Balance! ¡Redondez! ¡Equilibrio! 100% sabor.

Para mí es una virtud esencial en un tabaco, pero hay gente que no piensa igual. Hay fumadores que prefieren meterse un cartucho de dinamita en la boca, sujetarlo con los dientes, prender la mecha y agarrarse a los pilones del puente sobre el río Kwai.

No lo critico. También es respetable y cada uno es feliz con su opción.

EL RETRONASAL

Pero esas sensaciones personales que pasan por fortaleza son en muchos casos falsas fortalezas. Hay muchos ejemplos, pero me voy a centrar en tres: el picante, la falta de fermentación y la temperatura de fumada. No en pocas ocasiones, lo que percibimos y clasificamos como fortaleza, se debe a estos tres aspectos y, por eso, un cigarro que quizá yo clasifico como suave quizá tú lo fumes y te dé la sensación de que es fuerte.

Para medir la fortaleza real, no la intensidad de sabor, de un tabaco el retronasal es muy útil. El paso del humo por nariz te va a contar si el tabaco es o no fuerte. Hay quien se traga un poco de humo para comprobarlo. Yo no lo veo necesario, pero, de nuevo, son opciones. Si el paso por nariz del humo te abre los ojos, los tres ojos, entonces estamos ante un tabaco fuerte. El paso será intenso y, dependiendo de tu costumbre, incluso al principio un poco hiriente. Puede que las primeras veces te cueste un poco, pero si lo practicas a menudo irás lubricando las fosas nasales y te saldrá con naturalidad.

Además, con tiempo, verás que le vas a pillar el gusto, porque si quieres empezar a encontrar esos aromas que los expertos encuentran en el humo… La madera, el cuero, los regalices, la bergamota, las lentejas con curry y el jamón con melón… Todo eso está en la nariz y su conexión con el cerebelo. En la boca sólo encontrarás dulce, salado, amargo y ácido.

EL PICANTE

Sobre el picante, un experto catador de vinos, destilados y tabacos, un genio de la nariz, David Cagigas, más conocido como Finito de Santoña, publicó una entrada en «Mírame cuando te hablo», la sección que escribe él en Burkina The Revist cuanto le apetece, cuando se inspira, cuando le da a él la real gana.

Tampoco le pago, claro. No porque no lo merezca, sino porque su contribución es impagable.

EL PICANTE – DAVID CAGIGAS – MIRAME CUANDO TE HABLO

Ahí lo tienes muy bien explicado. El resumen chusco, porque yo no tengo si nivel, viene a ser que el picante no tiene nada que ver con la fortaleza. El tabaco suele dar picante. Hay picantes más intensos y otros más sutiles. Hay tabacos que no pican nada en absoluto y otros cuyo picante es más vivo, más largo, más vibrante, anterior, posterior y hasta balsámico.

En Estados Unidos, el mayor consumidor del mundo de tabaco, clasifican los tabacos picantes como fuertes, pero es un error. Además, un pakistaní, un hindú o un mexicano, por poner tres ejemplos de cultura culinaria del picante, probablemente me miran con extrañeza si les digo que yo el Condega Serie F lo encuentro picantito. A mí me da un picorcillo muy gustoso.

Y FORTALEZAS FORZADAS

Tú, con tu manera de fumar, eres un factor determinante de la fortaleza del tabaco. Por lo general, un buen consejo para iniciarse (y para fumadores expertos, también) es fumar despacio. Absorbe el humo despacio, llénate la boca, llévalo atrás, al fondo del paladar, paladéalo, haz el retronasal y déjalo salir despacio, como si soltaras burbujas de aire bajo el agua. Recréate en esta acción que es parte del disfrute. Distancia el tiempo entre caladas, saborea bien el postgusto del humo en la boca y, sobre todo, permite que el tabaco cumpla su función esencial: transmitir calma.

Por supuesto, fuma como te dé la real gana, como más te guste estará bien, pero morder el tabaco, humedecer la cabeza demasiado y, sobre todo, fumar dando caladas cortas y rápidas, como si esto fuera un cigarrillo, va a darte problemas: subirás demasiado la temperatura del puro y el tabaco no está pensado para recalentarse, como si fuera el tubo de escape de una motillo pedorrera.

¡Calma! Deja que el tabaco te contagie de sus sosiego. No seas tú el que estrese al tabaco. Si fumas demasiado rápido, te va a quemar mal, el capote puede no aguantar la presión interior y reventar, puedes desmontar el cigarro y, además, sobre todo al final, pueden aparecer sabores desagradables, acres, húmedos, a ceniza mojada, a polvo… Y dar una sensación falsa de fortaleza.

FERMENTACIÓN

Y, por último, antes de los cinco habanos (con los que creo que voy a comenzar una nueva serie de cigarros de iniciación), está la falta de fermentación. No os creáis que es accidental. El tabaco, en su composición natural, es muy rico en amoniaco. ¡No hace falta añadirlo! Al contrario: hay que botarlo. No os voy a contar lo que es el amoniaco porque estoy seguro de que todos recordáis el aroma agresivo que desprende, en este blog siempre aparece relacionado a la frase para el mármol: «Niño, que me pisas el fregado».

En buena medida, todo el proceso pre industria que se le da al tabaco está destinado a la eliminación del amonio. En el tabaco, si hay algo que no queremos es amoniaco. Por supuesto, eliminarlo del todo, no es posible. Con control de la temperatura y la humedad, en los pilones o trojas de fermentación, se evapora en gran medida. Por eso, en las salas donde se fermenta el tabaco es normal que los operarios lleven una mascarilla protectora.

La manera en que el tabaco se fermenta en trojas, pilones o burros… Lo expliqué este día. No voy a volver a ello que ya me estoy enrollando demasiado y no quiero:

CINCO PROCESOS

Cuanto más tiempo esté la troja o pilón, más amoniaco se eliminará; cuanto más control se ejerza sobre la temperatura interior del pilón, mejor será la fermentación. Un proceso óptimo exige tiempo, temperaturas inferiores a 45 grados y darle la vuelta, como si fuera un filete, tantas veces como sea necesario. En realidad, en dos meses, más o menos, el tabaco está preparado, pero si lo quieres fino, profundo, largo y elegante… Es poco. Y aquí entra un nuevo factor que hay que tener en cuenta: los costos de producción se incrementan y las mermas del manejo de las gavillas de tabaco, también.

Fermentar bien un tabaco, borrarle toda agresividad, que sea redondo y profundo, es más caro que fermentarlo en una sala de mulling (fermentación controlada electrónicamente), pero la calidad es inmensamente superior. Además, un tabaco con falta de fermentación te va a dar también una sensación falsa de fortaleza que, en realidad, es agresividad. Y, como he dicho antes, no siempre es un fallo. Hay fabricantes que prefieren fermentar menos el tabaco y ofrecer ese tipo de sabor que, como pasa con todo en la vida, hay gente que lo busca.

TABACOS PARA INICIARSE

Dicho todo esto, que no estaba previsto, a la hora de buscar un tabaco para iniciarse mi consejo es que empieces siempre por formatos pequeños. No es necesario, ni tampoco que creo que sea bueno, que sean tabacos suaves, sutiles, ni mucho menos planos y que no transmitan emoción. Ese es un error muy frecuente que te asegura, desde luego, que te dé un amarillo fumando pero te hurtan la esencia del tabaco: ¡el sabor!

Hay que asumir un poco de riesgo para que transmita la emoción que sentimos los fumadores. Si no, no lo vas a comprender. Te vas a pensar que fumar es echar humo y nada más. No. No es eso. Es eso y mucho más. Los cigarros que yo te voy a recomendar ahora no te van a tumbar, desde luego, pero es algo que también depende bastante de ti. Por si acaso, si empiezas a sentir una sensación de agarrotamiento en la glotis; si notas frío, que se te erizan los pelos de los brazos… Es el momento de dejarlo. Lo dejas y punto. Ya harás otro intento.

¡Ah! Y ten a mano azúcar. Pero no un terrón. Azúcar y agua. Eso te ayudará a que no eches el hígado por la boca. Todos los fumadores, me incluyo, hemos sufrido alguna vez una borrachera de nicotina. No es nada agradable ni divertido. Tampoco te vas a morir. Quizá lo pienses durante un rato (¡je!) pero, y eso sí que es malo, a lo mejor se te quitan las ganas de volver a fumar un tabaco.

Y eso sí que no. No es bueno para el negocio.

Todo esto para decir que el tabaco cubano no es necesariamente fuerte. Siento el rollo. Por supuesto, hay habanos que son muy buenos para iniciarse. Estamos en fortalezas suaves a medias, no más, tabacos expresivos, que transmiten emoción y formatos pequeños, salvo uno: para los más atrevidos de vosotros, os he traído un robusto y todo. Pero, en general, de más a menos cacalila, tenemos:

EL REY DEL MUNDO

El Rey del Mundo Demi Tasse (vitola de galera Entreactos, 100 mm x 30). Que no te engañe su pequeño tamaño. El Rey del Mundo Demi Tasse es un tabaco que no llega a la media hora. Ponte el cronómetro y fúmalo despacio. La intensidad es suave a media, son sabores muy tabaqueros, se le nota la madera mucho, los dulces son melosos y le salen notas cafeteras. No es fácil de encontrar, porque es una marca de Habanos no demasiado popular, pero creo firmemente que tanto este como el Choix Supreme (que es un hermoso nº4 de 124 mm x 48) son un primer paso muy bien medido en el mundo del sabor cubano. Precio en estanco: 3’00 euros (pvp a 17 de septiembre de 2021, pero podría variar). Más barato que ir en Metro al aeropuerto. Y mucho más ecológico, además.

H.UPMANN

H. Upmann Coronas Junior (vitola de galera Cadetes, 115 mm x 36). Seguimos en los formatos pequeños de habanos, con la ventaja, además, de que este lo puedes comprar con tubo. Fumando despacio puedes, perfectamente, superar la media hora de fumada. De nuevo estamos en esa intensidad suave-media, aunque aquí ya vas a encontrar una cierta evolución. Un picantito especiado, la madera de inicio y el meloso vas a pasar a tonos más tostados, le va a salir la vainilla, frutos secos que pasan de almendra a nuez y puede que al final sientas algo de cuero y de cacao. Cuando te sientas con más confianza, el Coronas Junior es el paso anterior a uno de los cigarros tótem de Burkina The Revist: el H.Upmann Magnum 46. Precio en estanco: 4’60 euros (pvp a 17 de septiembre de 2021, pero podría variar). Pocas cosas dan tanto gusto durante media hora por 4’60 euros.

HOYO DE MONTERREY

Hoyo de Monterrey Petit Robusto (VG Petit Robusto, 102 mm x 50). Os voy a subir un poco el calibre, hasta 50, a cambio de rebajaros un poco la intensidad. Hoyo de Monterrey es suave, pero eso no quiere decir que sea pajizo. Para nada. Son sabores más sutiles y tranquilos pero sí transmiten esa emoción de la que os he hablado. Vais a encontrar un tabaco más redondo en boca, más cremoso, al que se le nota la vainilla de la madera y un dulce que es floral. Fumando despacio te lo llevas fácilmente a 40 minutos y, al final, vas a sentir los tostados y el cuero. Dale un corte generoso y nota su bocanada amplia y gustosa. El precio en estanco es un poco más elevado, 9’60 euros (pvp a 17 de septiembre de 2021, pero podría variar), pero te va a dejar pleno.

TRINIDAD

Trinidad Coloniales (VG Coloniales, 132 mm x 44). En mi opinión, y acepto que la tuya sea otra y hasta podemos discutirlo, el mejor habano para iniciarse. No puede faltar en mi terna. Te vuelvo a rebajar el calibre, ahora es un 44, pero te lo voy a cambiar por diversión. Fortaleza suave-media compleja y entretenida, sabores sutiles y, al mismo tiempo, vibrantes. Bastante madera, cargada de vainillas, crema, cosmética fina, dulce y especiado. Con Trinidad te vas a acercar mucho a lo que siente un gran fumador. Fuma despacio que te lo llevas a casi una hora de sabor. Es una recomendación para gente un poco más atrevida, pero creo que si entras en el mundo habano por aquí y le coges el gusto… Te quedarás. Precio 10’10 euros (pvp en estanco a 17 de septiembre de 2021, pero podría variar). Son diez pavos bien gastados.

ROMEO Y JULIETA

Romeo y Julieta Short Churchill (VG Robusto, 124 mm x 50). Sí, un robusto. Ya os he dicho que es una recomendación que va a ir de más a menos cacalila. Atrévete que no te va a pasar nada. De los cinco que he elegido es, sin duda, el más intenso. Es posible que, al final, notes una intensidad por encima de media, pero, como te he dicho, siempre estás a tiempo de dejarlo cuando ya te sientas satisfecho. Romeo y Julieta se caracteriza por sabores dulces y tostados, tiene un picante muy gustoso, más bien herbal, un notaras el amargo untuoso del fruto seco crudo. Al final chocolate, cuero, caramelo, especias… Es un señor tabaco que satisface a cualquier fumador experto, pero no te va a maltratar. Si te atreves, dale un corte amplio y fúmalo despacio, intentando llevarlo a más de una hora de fumada. El precio son 13’25 euros (pvp en estanco a 17 de septiembre de 2021, pero podría variar).

PREGUNTA AL ESTANQUERO

He pensado mucho en esta entrada, porque creo que es una responsabilidad seria dar a alguien su primer tabaco. Es un paso bastante transcendental, no porque te vaya a pasar algo, que con ninguno de estos cinco tabacos vas a ver tu vida en diapositivas. La responsabilidad estriba en que sea un primer paso que te descubra la belleza del maravilloso mundo del tabaco premium. Ese el objetivo.

En cualquier caso, dejadme que insista: formatos en general pequeños (salvo el robusto para osados), cortes amplios, fumadas lentas y, en caso de duda, recurre a tu estanquero. Son buenos profesionales, saben lo que dicen y ellos, mejor que nadie, pueden guiar tus primeros pasos en el tabaco con plena confianza.

En cualquier caso, tanto si os gusta la entrada (me lo ponéis en los comentarios, por favor), como si no estáis de acuerdo (también, en los comentarios) o si queréis vosotros aportar otro habano de iniciación (comentarios!), que yo he elegido cinco, pero hay ciento y la madre, sentíos libres de expresarlo, por favor. Mi ego no está puesto en este texto. Os lo garantizo. Mi único empeño es responder al Burkina The Faq con honestidad.

Y prometo, y espero poder cumplirlo, que esta entrada va a ser la primera de una serie de tabacos para iniciarse de todas las procedencias, aunque la norma general seguirá siendo formato pequeño, fortaleza máxima media y tabacos expresivos. Uno de los lemas de Burkina The Revist, como sabéis, es «¡No más pajas!».

10 comentarios de “Cinco habanos para iniciarse

  1. Kati dice:

    Me parece fantástica la selección. Yo me inicié con un Montecristo Open Regata, elección de mi estanquero de confianza que fue todo un acierto. Y aquí estamos. Creo que se debe tener en cuenta si quien se inicia es o no fumador/a de cigarrillos.

  2. Dmos dice:

    Vaya pedazo de entrada!. Yo no soy mucho de habanos, mi paladar distingue entre poco y nada los matices que leo, solo se si me gusta o no… He probado habanos, pocos…muy pocos en varios años que llevo ya, y algunos si que me han encantado, pero otros me han parecido simplemente «meh» y eso que hago retronasal y todo lo que quieras… pero nada. Mi estanquero, según me dijo no se ha fumado un puro en su vida, lo que le dicen los comerciales y los clientes, poco mas… para mi es como ser comercial de coches y no tener el carnet. Lo mismo me aventuro a alguna de tus propuestas.

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