Sobre quitar la anilla o mantenerla hay muchas opiniones y, como pasa con casi todo en el mundo del cigarro, al final la respuesta correcta es «haz lo que te dé la gana, que para eso es tu cigarro».
No obstante, como siempre digo, yo os voy a contar lo que yo hago con la anilla y mi motivación; lo que a mí me sirve y si te convence, genial. Si no, igual de bien. Es un principio básico de Burkina The Revist, dentro de su filosofía «libertad para los fumadores», que la fórmula correcta es siempre la que mejor se acomoda a tu muy personal forma de disfrute.
Si a ti te gusta, está bien hecho.
ANILLA, ANILLO, BANDA, VITOLA
La primera discusión absurda que hay que zanjar en este tema es el nombre del papelín en cuestión. En el diccionario de la Real Academia de la Lengua tiene una entrada como VITOLA:
Vitola nombre femenino
- Faja de papel en forma de anillo que se coloca en los cigarros puros para indicar sus características y la marca o distintivo del fabricante. «Hay quien considera de mala educación dejar la vitola en el puro que se está fumando»
Similar:anilla - Diferente modelo o categoría de cigarro puro, según su longitud, grosor y configuración.
Quizá vosotros seáis de los que estáis dispuestos a pelearos hasta la muerte por defender que la vitola es sólo el formato, pero ya veis que no. Vitola es la anilla también.
Es más, si te vas a la tradición cubana de léxico tabaquero, ellos hacen una diferenciación entre la VITOLA DE GALERA, por ejemplo, la dalia (que es un cigarro rectilíneo o parejo, de 170 mm de cañón x 43 de calibre) y VITOLA DE SALIDA, que es el nombre comercial Partagás 898 o Cohiba Siglo V. La metonimia es etimológicamente un recurso que tiene la lengua para crear léxico: da el nombre del contenido al continente. El mejor ejemplo que se me ocurre ahora (será el confinamiento) es “Celes, ponme una caña”.
En República Dominicana y Cuba a la vitola la llaman muchas más veces anillo, en masculino, que anilla, en femenino, y en no pocas fábricas también he oído que lo llamaban banda.
Para mí, los cuatro nombres son válidos y, aunque en el pasado he asistido a discusión largas y profundas sobre este esencial tema, no voy a perder un minuto más de mi vida en porfiar sobre esto: llámalo como te pete.
LA PEGA
La anilla (vitola, anillo, banda, el papel este que no hay manera de arrancar…) se pega con el mismo producto que usa el torcedor para la capa y el capote: la pega.
En Cuba se le llama tragacanto, habitualmente, y también sé que hay quien la llama EGA (sin p).
¿Veis el platico azulón aquí a la izquierda?
Es una resina natural de un arbusto que se llama tragacanto, que se usa en muchos productos de repostería, es comestible, que tiene la propiedad, como todas las savias, de ser pegajoso, pero insípido e inodoro, por lo que no aporta sabores ni aromas extraños al tabaco.
¿Cuánto de pegajoso? ¡MUCHO! Más pegajoso que tú cuando te pones tonto con tu mujer.
Por eso, porque es muy pegajoso, se disuelve en agua para que su consistencia sea viscosa, pero no tan adhesiva como para cargarse el puro. El torcedor pone bien de pega en capote y capa, para que el tabaco quede bien sellado, y también en la perilla (pañuelo o tapa). Y, además, para que asegurarse de que queda bien pegado, cuando termina de encapar, rola el cigarro sobre la mesa apretándolo con la chaveta.
Aquí lo podéis ver de manos de, nada menos, Eladio Díaz, maestro de ligas de Davidoff, rolándose un cigarro en su casa.
Pues ese mismo pegamento se usa para la anilla. A mano, y uno a uno, como es todo en el tabaco, el cigarro se pone al lado de un medidor para que queden todas a la misma altura y, con una habilidad asombrosa, el trabajador coge la anilla, se pringa la yema del dedo y la deja pegada.
Y lo hacen tan rápido, que para hacer esta foto (tan chula), hay que pedirle que pare, porque si no, no lo pillas.
A MANO, TODO A MANO
También hay una versión industrial de la pega, que no por ser industrial deja de ser natural, inodora e insípida, pero que consigue, y es importante, consistencia en la disolución del tragacanto en el agua. La versión industrial garantiza siempre la misma viscosidad, digamos, y así un paso, dentro del complicado mundo del tabaco, que está más o menos bajo control.
Aún así, a pesar de todo esto, la anilla de un cigarro premium se coloca a mano y una a una y, como lo hace una persona, el error cabe, incluso en las marcas más prestigiosas. Más si la mezcla del tragacanto se hace de manera artesana, cuyo resultado puede ser más o menos pegajoso porque no hay un control mecánico de las cantidades.
Con esto, espero que os hayáis hecho a una idea básica de la manera en que se colocan las anillas. Seguro que tiene algunas lagunas, pero es que en el mundo del tabaco no existen las respuestas seguras y cuando uno quiere profundizar en el tema más baladí, como este, resulta que se mete en una espiral del tipo cuadro dentro del cuadro dentro del cuadro que no tiene fin.
Cualquier pregunta que puedas hacer siempre suscita más preguntas.
ENTONCES, LE QUITO LA ANILLA O NO
La respuesta es no, pero es un no condicionado, un no siempre, no del todo, no todavía y depende.
La anilla, en principio, no aporta nada a la fumada, salvo el prestigio de la marca. Hay quien desprecia a los que llaman «fumadores de anilla», gente que fuma sólo por mostrar la marca del cigarro que están fumando porque eso dice algo de ellos. A mí me parece perfecto ser así. Es más, me encantaría que hubiera muchos más «fumadores de anilla», cuantos más mejor, y no me creo con la potestad de juzgar el motivo que impulsa a una persona a darse placer con un buen tabaco como más le guste, incluso presumiendo de marca. Todas las motivaciones son buenas. Presumir, también y cuanto más se vea, mejor.
Yo no hago del tabaco un símbolo de estatus, porque sé que hay opciones de calidad para todos los gustos y bolsillos, pero si hay quien piensa eso, estupendo. Mejor para el prestigio del producto.
Como bien dice el diccionario de la Academia, hay quien considera que existe una razón de cortesía: la anilla se quita por cortesía, por discreción. Es una razón que tiene un lado opuesto, la anilla se mantiene por respeto y por homenaje. Si uno de estos es tu caso, y está de acuerdo con tu forma de entender la vida, adelante, pero lo práctico es mantenerla… Hasta que llegue su momento.
NO ROMPER LA CAPA
El problema de la pega o tragacanto, como os he contado, es que se aplica a mano y, en ocasiones, se mezcla a mano y puede ser que su composición no sea lo suficientemente liviana como para romper la anilla con seguridad. Si tú quitas la anilla antes de encender el cigarro, te puedes encontrar con que, al pegarla, una porción del adhesivo ha traspasado el papel y ha llegado a la capa y que, con la anilla, la capa (que es, generalmente, más delicada que el pelo de un buevo) se rompe. A veces un poquito de nada, que no importa mucho, pero en otras ocasiones te cargas el puro.
Si, encima, es un puro envejecido, el peligro es mayor, porque la pega se ha secado y endurecido y, si está mal puesta, resiste más el tirón que la capa.
Antes de encenderlo, comprueba con cuidado si la anilla está puesta muy apretada o no…. Insisto: se pone a mano, algunas van más apretadas que otras. La diferencia es asombrosamente inapreciable… A veces.
Así, te puedes hacer a una idea de la dificultad que va a entrañar quitarla. Te enciendes el tabaco y te lo fumas, tranquilamente, con la anilla puesta. Y si la quieres enseñar, enséñala y dale envidia a tus colegas (que les den por culo).
QUITAR LA ANILLA
Llegado el momento, poco antes de que la brasa llegue al papel y lo queme (que eso sí que da sabor), te será más fácil liberar el cigarro de la anilla. La propia temperatura del puro, que se eleva bastante durante la fumada, te va a ayudar a que se suelte con un simple tirón.
Algo que, por cierto, da mucho gusto.
Si la anilla está mal pegada, que pasa a veces, y se resiste incluso al calor del cigarro, lo que yo hago es romperla por el lado opuesto (que no tiene pega) y, con mucho cuidado, levantarla. Es posible que aún se lleve un trocito de capa, pero también es verdad que el cigarro está en el último tercio y ya no importa tanto.
Ésta entrada es el sexto FAQs que hago últimamente, porque después de publicar la entrada, me di cuenta de que hay bastantes más. Así que volveré sobre estas cuestiones, si te mola y te sirve de ayuda.
Dicho esto, que es lo que yo hago, tú haz lo que te pida el cuerpo y no dejes nunca que nadie te diga que eres mal fumador o que no sabes fumar por eso. Éstas son algunas de las mías. Las tengo en un bote… Hasta que me las tire mi mujer.
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Hola Javier,
Con respecto a lo de las anillas, yo dejo siempre la anilla por costumbre, siempre la he dejado y me da igual el tipo de puro que sea. Cómo casi todo en este mundillo del cigarro, hay normas no escritas que la mayoría suele cumplir, una de ellas es que cuando te invitan a un puro no se debe de quitar la anilla por respeto a la persona que te lo ha regalado. Cómo tú bien dices, ¿esto es así? Pues a veces sí y otras no y no pasa nada, son normas no escritas y sujetas a la voluntad del fumador.
Abrazos virtuales
Luis Gómez
Sí, yo he oído eso mismo también, lo que pasa es que me suena a viejuno. Hoy, con Instagram, si te vas a fumar un Davidoff Robusto Real Especiales 7 de 2004, puedes hacerle una foto y agradecer públicamente, y delante de un montón de gente a quien te lo haya regalado: regalo de Luis Gómez. Tampoco para mí tiene más importancia. El mejor homenaje que me puede hacer alguien a quien yo le haya regalado un puro, y también regalo unos cuantos y con mucho gusto, es fumárselo y disfrutarlo. Para mí, suficiente homenaje. UN abrazo!
Buen post sobre un tema crucial. Coincido contigo. Habrá que esperar al último tercio para retirarla con cuidado y no escarallar la capa del cigarro.
Saludos
Eso es lo que pienso yo, pero hay gente que no está en absoluto de acuerdo… Y también da sus razones. Un abrazo
Yo no suelo quitarlas por las razones que tú das. Había oído lo de quitarla por la discreción pero la verdad es que en España entre la gente con la que suelo fumar no se suele hacer. Además da tema de conversación para con otro fumador. Sin embargo hace cosa de un año fumé con unos ingleses y después de regalarles unos puros lo primero que hicieron fue quitarles la anilla, era su costumbre me dijeron e iba acorde de esa discreción que comentas.. No sé si es la norma en UK pero con gente de USA, Italia o Francia nunca me ha pasado.
Yo lo he oído también, pero pensaba que eran cosas de otro tiempo. Existe una especie de acuerdo: si tú me regalas (cosa que sería raro, porque casi nunca me regalas puros), un Cohiba Siglo VI, yo debo mantener la anilla como homenaje y agradecimiento. Si no es un regalo, debo quitarla por discreción. Me parece innecesario, sobre todo con los cubanos, en los que el riesgo de que el tragacanto (que seguro que es natural, natural) haya desbordado el límite del papel para llegar a la capa es más elevado. Si quitar la anilla demasiado pronto, serás tan discreto a la hora de fumar el tabaco que lo mismo ni te lo fumas. La prudencia pide que la anilla se quite en su momento. Por supuesto, cada uno debe tener su opción y todas son válidas. Un abrazo Pedro. Javier
Me encanto el articulo Javier, pero las anillas del bote que no las tire tu mujer, ponmelas en un sobre y me las envias para mi coleccion…
Ya te las mandaré. No te preocupes. UN abrazo
La anilla viste al puro, pero no siempre.
Mi costumbre, iniciar siempre con anilla, pero si la misma lo que hace es desvestir en lugar que vestir, directamente desnudo yo al puro para no hacer sufrir a la vista, no olvidemos que un puro bien torcido ya es bello por si mismo.
Resumiendo, si la anilla es fea o no armoniza con el puro, la quito al poco tiempo de encender, sin embargo si es bonita me gusta aguantarla lo máximo posible, me siento muy a gusto y en armonía sujetando el puro vestido, pero siempre termino quitándola.
Recordar, que hay puros que vienen sin anilla y otros que solo se calzan el pie.
Como todo en el mundo del tabaco, es una opción tan válida como cualquier otra. Tu comentario me recuerda que, al fin y al cabo, un buen tabaco se disfruta con casi todos los sentidos y, desde luego, la vista es esencial. Gracias por tu aportación. Un abrazo
Hola Javier una vez mas un placer leer tu articulo mientras enciendo un puro,
estoy seguro que soy de los más jóvenes de Burkinatherevist, o como le llamo yo «el Burkina», la web de los más puristas. Yo tengo que dar mi humilde aportación a mis 24 años y después de unos cuantos cientos de puros, a partir de aquí cada uno es libre de leer dicha opinión. Debo decir que coincido en parte con tus argumentos, los cuales son la lógica a seguir viendo que hoy en día existe como decían en otros comentarios ese «manual no escrito de fumadores». No obstante, veo en repetidas ocasiones que la anilla la suelen quitar algunos cuando ya queda el último 1/3, de esa manera, sí «hace daño al puro» solo sería la ultima parte. Pues bien, en puros como los que yo suelo consumir habitualmente, fundamentalmente me estoy refiriendo al Vegafina 1998, cepo 52 para concretar y además muy bien descrito en anteriores blogs, el último 1/3 es sin duda la mejor parte de dicha fumada (no entraré en el porque, pero subjetivamente es donde encuentro los sabores más «dulces» que recuerdan como a miel, pero eso para otra ocasión) se encuentra en dicho último tercio, de modo que sacrificar ese último tercio sería igual de problemático que sacrificarlo nada más encenderlo. A mi parecer hay que intentar, lo antes posible, con esto me refiero tras 10-15 minutos de fumada buscar la manera idónea de ver como vamos a quitar esa anilla, para poder consumir el «cigar» , hasta que no se puede volver a encender por cuestiones obvias.
Un saludo.
Muchas gracias Alfonso, qué juventud más envidiable. Tu comentario demuestra, una vez más, que no hay una forma canónica de fumar un puro y que, al final, es el propio tabaco el que te acaba contando cuál es tu manera. Cuando yo escribo estos artículos siempre me refiero a mi manera, cómo me funciona a mí, e intento aducir mis motivos, pero eso no quiere decir que tenga que ser obligatoriamente así. En absoluto. Si a ti te va bien quitando la anilla lo antes posible, perfecto. Hay muchos fumadores, con mucha experiencia, más que yo, que la quitan antes de encender el tabaco. También está bien hecho. Gracias por tu comentario. Un abrazo
Como siempre un placer leerte y ver tus videos, sobre ese botecito lleno de anillas yo me haria un cuadro antes de que mi mujer me las tirase, siempre habra algun sitio donde colgarlo.
Un saludo
jajajajaja… ¡Mi mujer es capaz de tirarme el cuadro! No sé qué haré. De momento ahí está, llenándose cada día más. Aunque parece que no tiene final. Un abrazo y muchas gracias!