En esta travesía del desierto que está siendo el mes de septiembre, con más kilómetros encima que el melonero de Villaconejos, me veo en la necesidad de volver al verano para contaros el tabaco del mes (de los meses, dos, julio/agosto del 23 en una única entrega). Julio y agosto… Tan lejanos ya. Me parece mentira que estemos a 25 de septiembre ¡y que el sábado fuera el fiestón del Club Pasión Habanos!
¡Fiestón! En mi opinión, el mejor de los últimos años. Difícilmente superable.
Ya os lo contaré (o no, que no sé si voy a tener tiempo). Haceos socios del Club Pasión Habanos y andad espabilados el año que viene para pillar una entrada y, así, en vez de esperar a que os lo cuente yo, lo vivís en primera persona.
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Pero estamos a 25 de septiembre, estoy atravesando una especie de Wadi Rum, la casa sin barrer, pero, al fin y al cabo, el desierto se atraviesa paso a paso.
Tengo aún pendiente contaros alguna cosa de Intertabac, aunque creo que ya lo sabéis todo o casi todo. Empecé el otro día, pero me fui por las dunas de la FDA, la TPD3 y las futuras prohibiciones de fumar… Aquí lo tenéis. No es, desde luego, el grandioso «Los siete pilares de la sabiduría», de T.E. Lawrence, pero leerlo da la misma sed (de justicia) y la conclusión es la misma: ¡Nada está escrito!
INTERTABAC ¿QUÉ SE PUEDE ESPERAR?
Y está pendiente también hablaros de la inauguración y el futuro de Sibaris, pero tengo que despertar aún de mi asombro, que es el de Saint-Exupéry junto a su avión averiado mirando las estrellas. También os lo voy a contar. Paciencia.
Antes va el tabaco del mes (julio/agosto 23). Y me lo he pensado mucho, pero mucho, mucho, porque he fumado muy rico este verano, pero me voy a quedar con una mañana, tras un almuerzo de pan con aceite, a la sombra de la higuera del patio de la casa de mis suegros en Segovia, leyendo lo mejor que he leído en mucho tiempo: «Las singularidades», de John Banville.
Me lo he leído dos veces del tirón. ¡Y dos libros más que os voy a recomendar!
CON GONZALO DE LEÓN EN ZARAGOZA
Lo de mencionar tres cigarros en esta sección es una trampa que me he puesto a mí mismo y de la que no soy capaz de escapar. ¿Qué le voy a hacer? No quiero que parezca que otorgo un premio de consolación ni que señalo a dos finalistas que pudieron haber sido cigarros del mes, pero se quedan en puertas. Es pura y dura indecisión. Con tantos tabacos que, durante estos dos meses, me han ofrecido tan buenos ratos, con tan buena compañía, escojo tres para salvar los más posibles del gusano insaciable del olvido. Si pudiera, los mencionaría todos, pero no puede ser: la entrada ya es demasiado larga. Sería interminable. Hay que elegir, aunque me resista porque toda elección implica un descarte y, por tanto, es dolorosa.
A quien no puedo descartar de mi vida, porque lo quiero como a un hermano (mayor), es a Gonzalo de León. Nuestra amistad viene de mucho antes de tanta cana y, en mi caso, de tanto kilo. Aquí nos tenéis en 2010, 2018 y 2023. Como podéis ver, siempre en el mismo bando.
Y no es casualidad que hayamos coincidido siempre en el mismo bando porque es el bando de los buenos: el bando de los poetas, de los románticos, el del corazón de la gente inquieta. Ha sido así desde 2000, va ya para 25 años.
Esto que os voy a contar sucedió a principios de julio y, como él mismo dijo, dónde mejor que en su ciudad, Zaragoza. Fue en un evento con cena, cata de vinos y de Davidoff, organizado por Pepe Parras y el club Buenos Humos de la capital maña.
Estábamos fumando Davidoff Nicaragua Diadema, que ya fue cigarro del mes… En julio de 2021, si lo recordáis:
DAVIDOFF NICARAGUA DIADEMA – CIGARRO DEL MES – JULIO 2021
Un tabaco soberbio, de gran fumador, que marca unos tercios de fumada clásica de libro: «le foin, le divine et le purin». Doble figurado, 165 mm x 50, tabaco, liga cien por cien nicaragüense, una intensidad media a medio-alta, dulce, terroso y especiado al principio; cremoso y cafetero en el segundo tercio y con un final intenso a cuero y chocolate. Tabacazo. Estamos todos de acuerdo en esto:
En un momento dado, Gonzalo me pidió que me acercara a la mesa en la que estaban sentados todos los compañeros de Davidoff e hizo esto:
Y me dejó sin palabras. Balbuceé dos frases inconexas, como podéis ver, buscando la manera de estar a la altura, pero sin demasiado acierto. Fue un inesperado honor que acepté con emoción y que me plantea el reto de suceder a quien es más grande que yo. Como dijo el otro día Carlito Fuente, «ojala sea capaz de llenar los zapatos de mi padre«. Ojalá.
(La guayabera ya la lleno sin ayuda).
Con Gonzalo de León, me apunto a atracar un banco de sangre. Gracias, hermano.
MEERAPFEL RICHARD
Como, en definitiva, en esta sección de lo que se trata es de invitaros a que probéis tabacos que están a la venta en los estancos, me cuesta no elegir uno de los cigarros de Meerapfel que he tenido ocasión de fumar estos meses, en esta ocasión por cortesía del gran, y generoso, Eduardo Navarro. Sé que su precio, 85’00 euros, es una barrera alta para muchos, pero Meerapfel ofrece una fumada absolutamente majestuosa. Es un tabaco de otro nivel: un tabaco fino, elegante, sugerente, redondo, balanceado, profundo, para disfrutar pausadamente. Un cigarro que logra que el tiempo se vuelva cóncavo.
El primero que probé, Meerapfel Richard, cayó una tarde de julio, acompañado de mi mujer y de «La vida de Napoleón contada por él mismo«, de André Malraux. También os lo recomiendo. Es un diario ficticio de Napoleón Bonaparte, extraído de su correspondencia personal, de sus diarios y de las memorias de Santa Elena. Es brillante.
La idea de aquella tarde era probar un Meerapfel y hacerle esta cata en un minuto:
Pero el tabaco me hizo pensar más que Malraux, que no es poco. Es un doble robusto de 146 mm x 52, terminado en rabo de cochino (abanico, lazo…), del que apenas sabemos nada: ni liga ni lugar de fabricación. Alguna cosa he averiguado, pero voy a respetar su deseo de que no se conozca, porque no quieren que haya condicionamientos externos al mero hecho de fumar un tabaco sublime. Y esto también me gusta. Hace que lo que vaya a suceder sea un poco incierto.
De la capa sí han dicho que es de Camerún (África) y que tiene un añejamiento de 20 años. ¡Veinte!
El tabaco es glorioso, como he dicho. Muy elegante, muy sugerente y para fumar muy despacio… Cero zapatilla. Si tú estás esperando que Meerapfel Richard confiese de plano a la primera brasa que le apliques, ya te digo yo que no lo va a hacer. Para eso, hay otras opciones muy buenas en el mercado. Meerapfel Richard te lo va a contar todo, pero hay que trabajárselo un poco. Es como un primer amor: un cruce de miradas, una sonrisa, una invitación para dar un paseo juntos, el primer roce inopinado y electrizante de las manos… Esto es amor. Es otra división.
Y es cierto que el precio no ayuda, pero, en mi opinión, porque me lo vais a preguntar, merece la pena al menos una vez. Ahí os lo dejo.
CIGARRO DEL MES: CAO CAMEROON
Y, sin embargo, me voy al otro extremo de la tarifa, porque con CAO Cameroon tenía una deuda. El día que lo probé, me pareció un cigarro tremendamente generoso, en el sentido de que es muy difícil dar tanto por tan poco. Quería hacerle la cata en un minuto, y me compré una caja, pero, y últimamente me pasa mucho, lo tenía en pendiente:
Cata en un minuto número 160. Las tenéis todas en el canal de YouTube de Burkina The Revist, pero no sé cómo se pone el enlace aquí, así que si os interesa, que ojalá así sea, hacedme el favor de buscarlo.
El cigarro está muy bueno. Formato perfecto, 102 mm x 48. Engaña, porque te lo llevas a una hora de fumada, a pesar de su pequeño tamaño, y no es tan fuerte como parece. Intensidad media, muy sabrosa, pero muy controlada y con balance. Me lo fumé en agosto, en Segovia, en plena ola de calor. Pero el plan fue perfecto: madrugué a mala leche, me fui al monte con el perro, regresé para almorzar como está escrito en el Código de Justiniano, encendí el tabaco y seguí hasta la hora del vermut con «Las singularidades», de Banville, bajo la higuera, al fresco… Todo muy sencillo, todo muy a mano: Castilla, pan con aceite, una sombra, un tabaco de cinco euros, un buen libro.
Me doy cuenta de lo poco que se necesita para ser feliz.
Y parte de esa felicidad de agosto, en vacaciones (que son un estado de ánimo), fue CAO Camerún Perfecto. En realidad, el libro, como he dicho, me lo leí dos veces seguidas, de tirón, y me ocupó toda la semana, así que hay seis o siete tabacos más que podrían estar aquí y no están.
Pero así saldo mi deuda con CAO Camerún, cigarro del mes de julio-agosto de 2023 en Burkina The Revist. Si no lo habéis probado, estáis tardando. Y sí es con el libro de Banville, mejor.
- Saga Pouch 4
- Aparta tu encendedor
- Los no tan nuevos de Davidoff
- Tabaco del mes – marzo 2024
- Nuevo Robustus II de Plasencia Alma Fuerte
Querido Javier, en Zaragoza siempre serás bien recibido. Enhorabuena por esta entrada, muy completa y llena de sabiduría. Un abrazo fuerte.
Muchas gracias, Pepe. Pues tengo que ir a pagar una comida, así que no creo que tarde mucho… Me gusta pasar por buen pagador. Un abrazo
Gracias Javier por lo que nos cuentas y por los «pendientes» que ya llegarán. Aunque a esta lista creo que le falta un fiestón en BCN. La presentación de un gran tabaco, 5 de 5 de Joya de Nicaragua. Un evento organizado por Barcelonacigarclub que contó con casi 100 personas. No tiene el.poderio y el glamour de un evento de Habanos S.A. pero como noticia merece unas líneas en ese repaso, no tan exhaustivo, del mes de septiembre. Un abrazo
Me apunto ese Cao Cameroon. Me gusta ese formato y el precio es muy razonable, sobre todo teniendo en cuenta que es difícil que CAO defraude. Mi experiencia siempre ha sido positiva con esa marca: Osa, Consigliere y Pilón en todos los casos han sido cigarros de gran recuerdo y que he repetido en varias ocasiones. Gracias como siempre por el post, Javier. Un abrazo.
Gracias a ti, Fernando. Me alegro de coincidir. Yo soy mucho de CAO, que puede gustar más o menos, y eso es muy personal, pero desde luego en relación calidad, precio son espectaculares siempre y, además, siempre tienen un punto diferente y atractivo. Un abrazo